¿De qué trata?
Un maestro de química muy respetable, que hasta ganó un Nobel, se encuentra trabajando de profesorucho y de lavacoches cuando le dicen que tiene cáncer. Con una esposa embarazada y un hijo adolescente, con un ligero retraso mental, se ve en una situación tan difícil que decide tomar una decisión escandalosa: convertirse en drug dealer.

¿Qué droga usan?
Meth, o cristales, que siendo químico, nuestro héroe “cocina” maravillosamente.

¿Por qué es buena aunque está mal?
Igual que en Weeds, si te metes al negocio lo tienes que aceptar con todos sus lados malos y eso implica asesinatos, cadáveres “pozoleados” y corrupción al pormayor. Ver cómo un inocente maestro de prepa se corrompe de esa forma pasa
de ser cómico a triste a darte escalofríos.