Todos sabemos que de la cebada se hace la cerveza, pero ¿cómo exactamente se da esa transformación? Lo primero por saber es que, en realidad, se puede utilizar casi cualquier cereal, aunque lo más común es que sea cebada.

Te compartimos el proceso para elaborar una autentica cerveza.

Primer paso, el malteado

Los granos de cereal se colocan en grandes superficies y se someten a ciertas condiciones de humedad y temperatura para provocar que en unos cuantos días comiencen a germinar.

Una vez que los granos germinan, hay que moverlos constantemente para que los nuevos brotes no se enreden. Cuando alcanzan determinado tamaño, se detiene la germinación por medio del secado. El nivel de secado determinará el nivel de tostado del cereal y por ende dará el color y aroma a la cerveza.

En este momento, tenemos cereales malteados y podemos comenzar una serie de pasos de elaboración de cerveza.

Los tres pasos

Paso uno:Se pone a cocer una mezcla de los cereales malteados. Del nivel del tostado dependerá el color y sabor que el cervecero busque. A la cama de cereales se agrega agua caliente, lo que permitirá extraer azúcares y otros compuestos. El agua con los azúcares se convertirá en un líquido dulce al que llamamos mosto. Estos azúcares serán transformados por la levadura en el alcohol y la carbonatación.

Paso dos:El mosto se pone a hervir y se le agrega lúpulo. El lúpulo es la flor que dará a la cerveza el amargor, sabor y aromas frutales. Los lúpulos que estén más tiempo soltarán todos sus aceites y darán mucho más amargor, mientras que los que se agreguen al final, ayudarán a hacer una cerveza más aromática.

Paso tres:Después del hervor, el líquido se filtra, enfría y se lleva al fermentador. Aquí es donde se agrega la levadura. El tipo de levadura determinará si la cerveza es Lager o Ale.

Después de algunos días o semanas, la levadura habrá consumido la mayor parte de los azúcares, produciendo alcohol y dióxido de carbono.

Finalmente…

Después de este largo proceso es que podemos decir que tenemos una cerveza lista para embotellarse. Parece fácil, pero este proceso es todo un arte que permite que tengas la oportunidad de probar una gran lista de variedades de cerveza completamente diferentes entre sí.

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