¿Por qué algunas mujeres odian usar tangas?

Motivos por los que prefieren no usarlas

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Las tangas han sido oficialmente declaradas como las prendas de ropa interior más sexies y provocativas. Y no dudamos de sus ventajas, como por ejemplo, cuando decidimos usarlas con unos leggins muy ajustados o nomás por el simple gusto de coquetearle a nuestras parejas.

Tampoco olvidemos su importante labor al ayudarnos a eliminar la triste oferta de cuatro nalgas en una.

Sin embargo, no podemos decir que son las más cómodas. Quizás algunas/os se ya acostumbraron a usarlas, pero no podrán negar que en un principio sufrieron hasta que se habituaron a ellas. 

Tampoco podemos decir que no apreciamos ver un lindo ejemplar puesto en su santo lugar. Pero para que sepan lo que implica su uso, les hicimos esta lista de todas las cosas por las que odiamos usarlas:

No dejan que circule el aire

La mayoría están hechas de materiales como el poliéster, lycra o nylon, lo cual evita que el aire fluya libremente por esos rincones oscuros. Ergo: bienvenidas, infecciones. Entendemos que para que se ajusten a esta zona deben ser más elásticas, pero andar por la vida con una picazón eterna, no está padre. Claro, otro gallo canta si el puente está hecho de algodón.

¡Plomero, plomero!

Por algún extraño motivo, cuando nos agachamos y la tanga se soma por encima del pantalón, nunca falta el jocoso que nos haga calzón chino. Y si creían que les dolía cuando se les jalaban sus calzones de abuelita, no se imaginan la sarta de blasfemias que proferirán cuando les jalen su tanguita de encaje.

Caminito de la escuela…

Sí, son muy lindas las tangas de hilo dental, pero también son el camino perfecto para que las bacterias fluyan libres entre el ano y la vagina. Esta situación las hace más susceptibles de sufrir alguna enfermedad provocada por Estreptococo B o E. Coli. 

Como lijas

¿Escogiste una preciosa tanga de encajes y arandelas por todos lados? Si este material es sintético: ay, dolor. Se convierte en la peor lija, y créelo, no querrás saber cómo se siente que algo te roce todo el día allá. 

Al infinito y más allá

Quizá éste es el principal motivo por el cual no somos muy adeptas a usar tangas. Es común que todo tipo de ropa interior se vaya hasta el fondo de tu ser, pero cuando se trata de estas chenchualonas prendas, la cosa se empeora. Para sacarla no basta con pegarse a la pared discretamente y liberarse de semejante tortura, sino que hay que hacer toda una serie de proezas inimaginables. Y lo peor: a los dos segundos, vuelve a su posición inicial. ¡NOOOOOOOOOOOOOOO!

Siéntese, por favor

Supongamos que la chica en cuestión que porta una bonita tanga trae una falda corta y decide sentarse en el suelo. La posibilidad de que las bacterias se trepen a uno es mucho más factible, ya que es muy limitada la protección que ofrecen. 

Incomodidad multiplicada

Cuando una está sus días, las molestias se multiplican. Cólicos, malestar general. Y, a reserva de que una utilice tampones, el asunto se complica si pretende usar toallas sanitarias. Está de más decir todo lo que implica. 

Nudos por aquí, nudos por allá

Ahí va una/o a lavar, como Dios manda, las tangas en la lavadora. Por razones de ahorro de agua y energía, uno las mezcla con el resto de la ropa. La sorpresa es que cuando termina el ciclo, quedan hechas nudos. Pero cuando decimos nudos, nos referimos a verdaderas pruebas de paciencia. ¡A deshacerlos todos!

¡Brrr!

Digan lo que quieran, pero usar tangas no nos hace sentir más tapadas/os durante el invierno. Por el contrario, unos calzones que nos tapen todo por Detroit nos sirven de barrera contra el frío. Posoiga, no está de más un poco más de protección, sobre todo en aquellos lugares que hay que proteger con gran recelo.

Kilitos extra

Este último punto depende de cada quien. Por ejemplo, si hace un tiempo compraste tu dotación de tangas con la vecina que las vende por catálogo y después de unos cuantos meses subiste de peso, volver a usarlas puede ser un tanto incómodo. No decimos que sea imposible, pero cambia la cosa cuando una/o intenta ajustarla a otras medidas. 

¿Qué les parece? ¿Qué otras cosas odian de las tangas? ¿Prefieren los que son como shorts, calzones de abuelita o al natural?

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