12 frases para anotar en la cancha contraria si eres tímido

Pásale estos trucos a quien más los necesite

iStock

Si eres un donjuan o una amazona, quizás no tengas ningún problema para ligar en cualquier lado. Pero si sufres de acaloramiento, sudor, bochornos y te dan ataques de ansiedad con el simple hecho de pensar en hablarle a ese ser hermoso que tienes enfrente, seguramente piensas que estás frito.

No tienes que ser tan directo, ni lanzarle alguna frase rebuscada. Hay cosas que, de una u otra forma, hacen que los demás caigan solitos en tus redes y que esta noche cene Pancho.

Van algunas frases simples, pero muy prácticas:

¿Te doy un aventón? Un espacio reducido, tú, él… y un mundo de posibilidades para llegar a segunda base. No está de más aplicar el: “creo que tu cinturón de seguridad tiene un problema, déjame te ayudo a destrabarlo”… *guiño, guiño*.

¿Compartimos mesa? Está muy lleno el comedor y no encuentro lugar. Y sobres, lo/a invitas a salir el fin de semana. Así como quien no quiere la cosa. Igual puedes sondear antes de soltarle algo más lanzado.

– Veamos una película en mi casa. Aquí lo ideal es que ya tengas un tiempo de conocerlo (de lo contrario parecerás un stalker intenso). Esta frase tiene un plus si eligen una película de terror, así cuando el demonio terrible se acerque a la protagonista y le saque un susto a tu quiubolesqué, le digas: véngache pa’cá.

Tienes una pelusa aquí… La cosa se pone mejor si la tiene cerca de la boca. Te acercas, te acercas, te acercas y… ¡sobres!
 
– ¿Quieres que te ayude con la presentación ante el macizo de la oficina? Ayudar en algo siempre es un buen pretexto para ponerse cariñosos. ¡Qué mejor que ayudarlo con algo que le pone los pelos de punta! Serás su héroe para siempre. Garantizado.
 
– Me regalaron dos boletos para el concierto de Fito Paéz, ¿vamos? Miren, siempre es mejor conocer antes sus preferencias musicales. No vaya a ser la de malas que lo inviten a ver a Don Omar y sea fan de Depeche Mode. Créelo: jamás te considerará como algo más que un amigo con malos gustos.

– En la bodega tengo unos patines que puedo regalarte. Ja, bueno, ok… ño.

– Te invito un agua de jamaica en la casa. Tu casa es tu zona de confort, donde estás a tus anchas. Si lo invitas a (cualquier cosa) en ella, seguramente te sentirás más libre y en confianza. Así será flojito y cooperando.

– Abrieron un nuevo restaurante aquí cerca que se parece al Shakey’s Pizza antiguo, ¿vamos? Todo tiempo pasado fue mejor, diría Sábato. Y es la verdad. Recordar es vivir, así que si le manejas algo de su bella infancia, seguro te dirá que sí.

– Pasarán Pulp Fiction en el autocinema. ¿Qué mejor que ver a Tarantino desde la comodidad de tu coche? Nadie se negaría. Lo mejor de todo es que en esta frase juntamos todos los puntos anteriores: un espacio reducido, un director que le gusta, una película viejita, tú y él. El plan no podría ser mejor.
 
– ¿Compartimos paraguas? Sin albur. Resguardarse de un aire polaco y de darse una buena mojada siempre son buenos pretextos para cobijar al prójimo.

– Si te vuelves a encontrar a esa persona maravillosa, puedes soltarle un: “¡qué gusto! Justo te quería preguntar sobre (y le sacas el tema de algo que platicaron)”. Jamás se imaginará tus negras intenciones.

¿Qué otras estrategias recomiendas para dejar de ser un forever alone?

También checa:

Unión de taxistas amenaza con ‘cazar’ a Uber
-VIDEO: El #MirreyJarocho que le gritó a un policía, nuevo famoso de la red
Los 30 pleitos más odiosos al vivir en pareja
– 5 posiciones para tener sexo en el coche