A veces parece que Margo Glantz es, más que una escritora, un lugar: un espacio donde, de manera obligada, quien desee leer y comprender la poderosa tradición literaria mexicana (y la chilanga, claro) tendrá que caminar con calma por sus pasillos y conversar con los laberintos de una obra que ha abarcado cuantos géneros se puedan imaginar, en estilos tan sorprendentes como familiares.

Margo Glantz Shapiro nació en la Ciudad de México en 1930. Su padre es de origen ruso y su madre, de origen ucraniano. Se casaron alrededor de 1917 en Odesa, de donde partieron hacia Constantinopla con rumbo a los Estados Unidos con escala en México, país que en realidad se convirtió en residencia permanente.

Como suele ocurrir en esta ciudad, gracias a las vueltas de la fortuna y a una serie de coincidencias esta mujer, de ahora 91 años, hizo de esta capital, además de su hogar, un motivo para empujar su pluma a lugares donde probablemente nadie pudo prever.

UNA PRODUCCÓN LITERARIA INCESANTE

El libro, Viajes en México. Crónicas extranjeras, de 1964, inició la carrera periodística de Margo Glantz, la cual dio paso a una vocación por la escritura enciclopédica que no ha menguado, como muestran las recopilaciones de su labor ensayística y crítica: Erosiones (1984), La lengua en la mano (1993), Esguince de cintura (1994), Cuerpo contra cuerpo (2020), Doscientas ballenas azules y cuatro caballos (1979).

En cuanto a la ficción, Las mil y una calorías (1978) abrió el camino a una producción inagotable, en la que destacan No pronunciarás (1980), Las genealogías (1981), El día de tu boda (1982), La lengua en la mano (1983), Síndrome de naufragios (1984), Apariciones (1996), Zona de derrumbe (2001), El rastro (2002), La mujer que caminó por la vida con zapatos de diseñador (2005), Saña (2007), Coronada de moscas (2012), Yo también me acuerdo (2014), La cabellera andante (2015) e Y por mirarlo todo, nada veía (2018).

Margo Glantz, aunque ya tiene un legado imborrable en las letras mexicanas, no se ha dormido en sus laureles: todo lo contrario. Es una activa usuaria de Twitter, donde deja comentarios perspicaces sobre la vida en la ciudad, y este año será galardonada con la Medalla Carlos Fuentes de la Feria Internacional del Libro Guadalajara. Como se ve, todavía hay mucho que esperar de la autora mexicana.

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