¿Por qué se llama Zona Rosa? Un chico camina presuroso hacía la Glorieta de Insurgentes, lleva 10 minutos de retraso para su primera cita; al cruzar en la calle de Génova y Londres, otro lo intercepta y le arrebata un efímero beso. Así se llama el fragmento de un mural que tienen en frente: un homenaje a José Luis Cuevas que, dicen por ahí, acuñó ese nombre para la Zona Rosa.

En realidad la calle peatonal donde esos y varios amantes más se han encontrado desde hace años lleva por nombre “Corredor del Arte Maestro José Luis Cuevas”, desde 1996. El paseo que hoy luce menos poblado por esculturas, pero más grande para la vida nocturna, no fue hasta los 90 que se usó como epicentro de la comunidad LGBT+ chilanga.

Te recomendamos

La Zona Rosa, recuerdan algunos, era un barrio intelectual en la Juárez. Esculturas de Tin Tan, sirenas o murales veían silenciosos a los amantes que cada vez eran más, y menos discretos. En tiempos de José Luis Cuevas, el 8 de junio de 1967 para ser precisos, un mural se levantó en lo que hoy es el edificio de Londres 107: una obra monumental de talavera que solo estuvo instalada un mes.

Para algunos intelectuales de la época el “Mural efímero” representó la muerte en 30 días de una corriente mexicana intocable, para otros fue un performance del artista. Lo cierto es, y que muchos atribuyen al maestro Cuevas, el nombrar así esa parte de la Juárez también fue obra suya.

¿Por qué se llama Zona Rosa, entonces?

El origen del nombre Zona Rosa tiene muchas versiones, por ejemplo; Rosa Carmina Riverón Jiménez es una de las figuras del cine de oro mexicano (y rumbera “Aventurera“) a la que se le atribuye el nombre de la colonia. Sería el mismo Cuevas quién pone dicho mote a la zona, en honor a la cubana nacionalizada mexicana, debido a su pasión el glamour y la cultura.

Te recomendamos

Otro de los mitos que también persigue a José Luis Cuevas, quizá la versión más aceptada y nada alejada de la realidad, cuenta que el pintor bautizó así a la colonia; una zona roja por las noches debido a la delincuencia y prostitución; que se tornaba blanca durante el día para ser un epicentro cultural y de diversión. El rosa es el color que formaban amabas combinaciones: los dos lados de la Zona Rosa.


Efímero el arte y las calles, pero no los recuerdos

El “mural efímero” que desafiaba las ideas del muralismo del propio Siqueiros, acerca de la durabilidad de una obra, hoy está incompleto. De sus cuatro partes, solo dos aún se mantienen completas, y pronto serán subastadas al público.

La puja inicial en Casa Morton de Subastas inicia en 1.5 millones de pesos. El próximo 18 de junio una subasta en línea tendrá lugar, a puerta cerrada, para vender un fragmento del “Mural efímero” que también tiene piezas de la historia de una colonia capitalina y el arte mexicano. Manuel Felguérez y Carlos Mérida figuran en el catálogo de obras que se subastan.