Platicamos con Gustavo Santaloalla, Nicolás Entel y Picky Talarico acerca del documental Rompan Todo y, eso nos llevó a recordar, los momentos hard del rock mexicano.

Por fin se estrenó Rompan todo, la serie documental que aborda la rica historia del rock en América Latina. Se trata de una crónica que recorre la efervescencia que, desde sus inicios, representó el rock en los países latinoamericanos.

Chilango platicó con Nicolás Entel (productor) Picky Talarico (director) y Gustavo Santaloalla. Les preguntamos acerca de los momentos clave para la formación de un rock nacional y la obligada relación del rock como un movimiento contestatario.

“El rock está en un momento de hibernación, no hay mucho rock, no hay presencia fuerte, pero creo que es una cuestión de tiempos… creo que hubo momentos en los 60 y 70, los 90 -lo que nos tocó vivir- Maldita Vecindad, Café Tacvba y, después decayó, no con esa estética, pero el rock es un movimiento cultural fuertísimo, estoy seguro de que el futuro del rock es mujer”, dijo Santaloalla.

Te recomendamos

Política, arte, cultura, historia, crítica, desmadre… todas estas aristas son las que repasa este trabajo ideado por el genial Gustavo Santaloalla, revisando a su vez las interminables camadas de grupos y artistas latinos emanados del rock, que surgieron en las principales metrópolis de Río Bravo, para abajo.

“El rock es una energía relacionada con la energía de los jóvenes, me quedó con los mediados de los años 80 cuando se hablan entre sí la primavera democrática de argentina, el resurgimiento del rock mexicano y la movida madrileña” agregó el productor.

Obviamente, la Ciudad de México fue uno de los epicentros musicales durante la segunda mitad del siglo XX, por lo que su historia también retiembla en su centro de puro rocanrol. Con esto como pretexto, te invitamos a recorrer con nosotros 10 episodios del rock mexicano.

Van los momentos hard del rock mexicano.

  1. El primer disco de rock en México. Muy atinadamente se llamó Rock! y fue el disco debut de Los Locos del Ritmo. Era 1958 y la juventud mexicana recién conocía ese ruidero alocado que gente como Richie Valenz y Little Richard tocaba en los EEUU y llamaban rocanrol; más temprano que tarde, el ritmo se popularizó y agrupaciones mexicanas comenzaron a hacer lo propio, que en ese entonces consistía en hacer covers de temas gringos, eso sí, cantados en español.

De ahí nació Rock! que se grabó a finales de ese año para el sello Discos Orfeón y se estrenó en 1960. Aunque en aquel momento no todas eran composiciones originales, se le respeta su lugar como el primer disco de rock netamente mexicano.

  1. El Festival Rock y Ruedas. Un evento que no solo marcó al incipiente rock mexicano, sino a la historia nacional. El episodio tuvo lugar la comunidad de Tenantongo, Valle De Bravo los días 11 y 12 de septiembre de 1971, cuando empresarios deportivos y de entretenimiento idearon crear este festival que automovilismo y música bajo la sencilla idea de que una serie de conciertos precedieran a la carrera.

Sin embargo, la sobreocupación (se esperaba 25,000 asistentes y al final llegaron alrededor de 250,000) y la euforia del concierto derivó en una orgiástica pachanga donde hubo de todo… menos carreras de coches. El épico desmadre escandalizó las buenas conciencias de gobierno y la sociedad, por lo que el rock quedó prohibido durante toda la década siguiente.

  1. Tianguis del Chopo. ¿Recuerdan lo que contamos de la prohibición del rock en México? Bueno, eso no iba a durar mucho tiempo. La inagotable energía creativa de la chaviza se abrió camino por donde podía y uno de esos espacios fue el Museo Universitario del Chopo, en la Santa María la Ribera.

Fue en el año de 1980 cuando la entonces directora del museo, Ángeles Mastretta, y el promotor Jorge Pantoja, idearon crear un tianguis donde melómanos y músicos compartieran discos, instrumentos y otras cosas. De esta manera se creó una de las comunidades más longevas y punto de referencia obligado para el rock y la cultura chilanga. No es un momento hard del rock mexicano, pero si marcó un antes y después en la vida cultural de la CDMX.

  1. Apertura de Rockotitlán. Fue el 14 de septiembre de 1985 (tres días antes del tristemente célebre terremoto) y representó el nacimiento de una leyenda del rock nacional. Según sus creadores, su nombre significaba “lugar del rock” y vaya que le hacía honor: en su escenario se presentaron bandas ya con cierto renombre como El Tri, Kenny y los Eléctricos, Tex Tex, Javier Bátiz, Ritmo Peligroso, Botellita de Jeréz, y otras que debutaron y se volverían enormes como Caifanes, Maldita Vecindad, Café Tacvba, entre otros.

Durante los años 80 y 90 fue la catedral del rock en la Ciudad de México, pero tras su cambio de administración, de sede y otros problemas en sus manejos, acabó por cerrar en 2004.

  1. Los rupestres. Tras el periodo de la psicodelia setentera, el rock en México continuaba labrando sus caminos por todos lados y uno de ellos topó con la poesía y la marginación. El denominado rock rupestre se formó por ahí del año de 1983 de la mano de artistas como Rafael Catana, Rodrigo “Rockdrigo” González, Jaime López entre otros, cuyo trabajo distaba del virtuosismo y la perfección técnica, pero tenía mucho de víscera y marginación.

Este tipo de rock extraía mucho del folk y del blues gringo para la música, mientras que en las letras exudaba ingenio, acidez y humor negro. Algo así como Chava Flores escuchandoa Bob Dylan.

  1. Rock en tu idioma. Mientras más pasaban los años tras los hechos de Avándaro, el rock mexicano seguía diseminándose y ocupando cada vez más espacios. Fue durante la segunda mitad de los ochenta y hasta bien entrados los noventa que el rock se sacudió el polvo por fin se levantó para ocupar el lugar que se merecía.

Esta energía fue captada por los ejecutivos de la disquera BMG, quienes aprovecharon el momentum para firmar a un puñado de bandas latinas y presentar discos “avalados” por el sellito del “Rock en tu idioma”: Caifanes, Charly García, Kenny y los Eléctricos, Soda Stereo, Duncan Dhu, Fobia, Ritmo Peligroso, Nacha Pop, entre otros, integraron la alineación.

  1. Los masivos de CU. Si bien el rock ganaba espacios de la mano de la entonces muy poderosa industria discográfica, lo cierto es que toda tendencia es, necesariamente, marginadora. Pero la música no para y durante los noventa, todos aquellos que no tenían cabida en los planes del empresariado.

Esta marginalización generó, a su vez, un discurso diferente de parte de las bandas: la irreverencia y el activismo político (ejem, ejem la irrupción del EZLN en 1994) se hicieron rasgos de una escena que ya no solo se cerraba al rock, sino que incorporaba ska, reggae y punk en un coctel musical explosivo. Y qué mejor lugar para estallar que en los improvisados y enérgicos conciertos que se realizaban en el territorio autónomo de Las Islas, en Ciudad Universitaria.

  1. La avanzada regia. Como bien marca el nombre, la avanzada regia fue un movimiento musical que se gestó en Monterrey, Nuevo León. Geográfica y culturalmente, el norte ha sido la puerta de entrada de la influencia norteamericana y a mediados de los noventa esto no era muy diferente. Fue por las ciudades fronterizas por donde movidas como el hip hop y la música ecléctica entraron a México para fusionarse con el rock.

Bandas con estilos tan diferentes (y, en ese momento, difíciles de clasificar) como Jumbo, Plastilina Mosh, Zurdok y Control Machete se amalgamaron y conquistaron el oído de los mexicanos una vez que salieron de su ciudad natal.

  1. La campaña para prohibir a Molotov. En 1997 había un disco y solo un disco que debías escuchar: ¿Dónde jugarán las niñas?, la obra fundacional de Molotov, ese grupo que fusionó perfectamente el rock, rap y la polémica en una bomba ídem que le estalló en la cara a la dormida sociedad mexicana de fin de siglo.

Sonaban a nada que se hubiera hecho en México hasta entonces y con la misma intensidad se burlaban de todo y todos, lo que les ganó que su disco fuese censurado de las tiendas, por lo que fueron los propios Tito, Randy, Micki y Paco quienes tuvieron que salir a venderlo por las calles chilangas. No ha habido quien replique esa acción.

  1. El Multiforo Alicia. De pie desde hace ya 25 años, el Multiforo Cultural Alicia ha sido la tierra fértil donde no solo el rock, sino infinidad de sonidos urbanos han germinado y despegado hacia otros rumbos. En algún tiempo, el foro administrado por Nacho Alicia y su equipo, fue el único sitio donde un día había un toquín de rockabilly al que iban copetudos y punks por igual, mientras al siguiente había un jam de hip hop atascado de raperos y b-boys, y al siguiente una plática o bazar de diseño.

Las reducidas dimensiones de este sitio ubicado en la frontera de la Roma y la Doctores contrastan con la inmensa ayuda que ha prestado al desarrollo del rock mexicano.

¿Qué te parecieron los momentos hard del rock mexicano?, ¿te gustó el documental Rompan Todo en Netflix?