Al sur de la Ciudad de México, con olor a orines, llena de vendedores ambulantes e invadida por microbuseros que nadie controla (como todas las terminales del Metro), se encuentra la estación Tasqueña de la Línea 2.

Este extremo de la línea azul que corre desde el Toreo pasando por el Centro Histórico tiene como símbolo una luna y se encuentra a la altura de la avenida del mismo nombre… bueno, casi el mismo, porque en muchas partes está escrita como “Taxqueña”, con “x”.

Tasqueña o Taxqueña: el debate

Esta variación ortográfica nos lleva al significado de esta palabra, la cual hace referencia al gentilicio femenino de Taxco, es decir: taxqueña. Esto quizá se deba a que ésa es la salida de la Ciudad de Mexico que lleva a Guerrero, donde se encuentra Taxco, cuyo nombre, por cierto, proviene del náhuatl “tlachco”, que quiere decir “lugar donde se juega pelota”. Es náhuatl porque era una de las poblaciones invadidas por los mexicas y que era originalmente habitada por los tlahuicas.

Pero la estación del Metro fue bautizada como “Tasqueña” (con “s”) por alguna razón (algo similar sucedió con Xola, que se escribe con “x” debido a que así se usó para el Metro) y ambas versiones del nombre se usan indistintamente en la nomenclatura de las calles, los mapas, los parabrisas de los trolebuses y los letreros de los microbuses que circulan por la avenida o que llegan a la estación.

¿Y la luna?

Hay varias interpretaciones para el símbolo de la estación, que van desde que es una representación de la plata de Taxco (¿neta?) hasta que es una especie de símbolo del final de la línea –por aquello de la noche, pues–.

La versión que más nos gusta es que, en realidad, se trata de la silueta de la Luna contenida en el Sol, ya que la Avenida Taxqueña (con “x”) lleva a Culhuacán, un lugar habitado por lo colhuas, un grupo de pobladores provenientes de la zona de Teotihuacán (también dicen que de Tula y otros dicen que eran nómadas y llegaron a asentarse ahí, al pie del Cerro de la Estrella), por lo que adoraban al Sol y a la Luna. Lo que sí es verdad es que Culhuacán es previo a Tenochtitlán, pero también fue uno de los pueblos dominados por los mexicas.

Así que, si tienes dudas, lo mejor es que a la estación del Metro le digas “Tasqueña” y a la avenida la escribas como “Taxqueña”, aunque, en realidad, hay chilangos que nunca se habían dado cuenta que se podía escribir de ambas formas.