De acuerdo con proyecciones geoestadísticas, para 2030 el crecimiento de la Zona Metropolitana del Valle de México podría llegar hasta la mismísima bella airosa, capital del estado de Hidalgo, debido a una expansión prevista que abarcará 38 por ciento de la Cuenca, con 373 mil 061 hectáreas.

Lo anterior abre la puerta a que la mancha urbana incorpore nuevos municipios en los próximos años y se traslade hacia la parte norte, con posibilidades de que llegue incluso a Pachuca.

El crecimiento de la Zona Metropolitana del Valle de México se ha dado principalmente al norte y oriente de la ciudad, donde condiciones físicas y económicas (como el relieve más plano, la presencia de industrias, infraestructura y disponibilidad de suelo para la construcción) han favorecido su extensión.

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Históricamente, el centro del país ha sido un polo de atracción de la inversión nacional y extranjera. Desde los años 60, al Estado de México y al entonces Distrito Federal se les reconoció su carácter metropolitano y en 1970 se estableció la primera delimitación de la Zona Metropolitana del Valle de México, con 16 delegaciones y ocho municipios.

Hoy, quienes habitamos la Zona Metropolitana enfrentamos problemas de contaminación, acumulación de residuos sólidos, vulnerabilidad ante desastres (hundimientos, derrumbes e inundaciones) y riesgos sanitarios. Esto se incrementa por la presencia de asentamientos humanos no planificados o ilegales.

Así ha sido el crecimiento de la zona metropolitana

Desde 2005 la expansión de la mancha urbana ha pasado de tener un incremento generalizado a concentrarse en la zona sur, pues la disponibilidad de suelo se ha agotado en la parte central y norte de la Ciudad de México.

crecimiento de la Zona Metropolitana del Valle de México
Ilustración: Enrique Márquez

Este crecimiento de la Zona Metropolitana del Valle de México no solo obedece al estallido demográfico, sino a la reorganización de actividades económicas determinadas por el valor del suelo, el ingreso y la disponibilidad de servicios. En la ciudad, los patrones de uso del suelo sufrieron una fuerte reorganización al aumentar los dedicados a actividades comerciales y de servicios y disminuir la vivienda, por el encarecimiento del espacio.

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Para 1995 Azcapotzalco, Iztacalco, Venustiano Carranza, Coyoacán, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc e Iztapalapa ya tenían entre 80 y 100 por ciento de su superficie cubierta por asentamientos humanos.

En 2005 Tlalpan alcanzó 40 por ciento de ocupación; en 2015, Álvaro Obregón llegó a 70 por ciento, y Cuajimalpa, Xochimilco y Tláhuac, a entre 40 y 60 por ciento. Hasta ese periodo, Milpa Alta fue la única que no rebasó el 20 por ciento.

En 2015 la superficie total de la mancha urbana, por el crecimiento de la zona metropolitana, era de 269 mil 607 hectáreas en la Cuenca de México. El Estado de México presenta la mayor área ocupada por asentamientos humanos, seguido de CDMX e Hidalgo.

Fuente: Modelo espacial y pronóstico de la expansión de la mancha urbana, 1995-2030, de Nirani Corona Romero, investigadora del Centro de Investigación en Geografía y Geomática Ing. Jorge L. Tamayo, A. C., incluido en el libro Tendencias territoriales determinantes del futuro de la Ciudad de México.