El Gobierno de la Ciudad de México publicó en Gaceta Oficial reformas a la Ley de Protección a los Animales. Entre las nuevas disposiciones, está la creación de un registro de perros de asistencia –antes conocidos como perros guía– y multas para quien impida su libre acceso a todos los espacios públicos de la capital.

De acuerdo con la publicación, se reconoce a los perros de asistencia como aquellos que han sido adiestrados individualmente en instituciones y centros especializados, nacionales o del extranjero, para llevar a cabo actividades de apoyo a personas con discapacidad física, mental y sensorial.

Los perros tendrán libre acceso a los espacios públicos, establecimientos mercantiles, transportes, individuales o colectivos —públicos o privados— siempre que vayan acompañados de la persona a la que asiste. Esta disposición también aplica para los perros en proceso de entrenamiento.

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También deberán tener acceso al área de trabajo y escuela de su usuario y podrán ingresar a hospitales, públicos y privados, —con excepción de las zonas restringidas por disposiciones higiénico-sanitarias—, siempre y cuando el usuario no pueda ser auxiliado por el centro hospitalario o algún familiar.

Pon mucha atención porque la persona, institución, establecimiento mercantil o transporte que niegue el acceso, permanencia  y el uso de un servicio o cobre una tarifa adicional cuando se incluya un perro de asistencia, deberá pagar una multa de entre $4,030 y $16,120 pesos.

Esa lana será independiente de otros delitos que pudieran resultar por la negativa a prestar servicios que se ofrecen a todo público.

Usuarios de perros de asistencia tendrán obligaciones

Como parte de las disposiciones, la Secretaría de Salud creará un Registro de Perros de Asistencia y de instituciones de adiestramiento.

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Entre las obligaciones de los usuarios se incluye implantarle una identificación electrónica, llevar al ejemplar a revisión veterinaria al menos tres veces al año o cuando lo requiera, respetando el calendario de medicina preventiva.

El perro deberá estar esterilizado, recibir atención higiénica y estética, además de una dieta recomendada por un especialista y contar con periodos de descanso y juego.