Se supone que la intención del debate presidencial es que los ciudadanos conozcan el perfil de cada uno de los aspirantes, además de sus argumentos, propuestas y qué tan favorables son para los electores. Pero –la verdad, la verdad– muchos solo quieren sangre: ver cómo se sacan los trapitos al sol el uno al otro.

Seamos justos: después de semanas (meses) de aguantar a toda hora spots en la tele y la radio, después de caminar por calles tapizadas de anuncios, lo último que muchos queremos ver es la cara de los políticos. ¿Por qué entonces nos conviene estar atentos a los debates de los candidatos?

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¿Cómo descifrar el debate presidencial?

Para el maestro Ricardo Rodríguez Inda, especialista en temas de propaganda y opinión pública, los debates sí pueden influir en los electores. El problema, dice, es que la cultura política del mexicano promedio es escasa y solemos ser viscerales al momento de analizar los argumentos.

Una primera forma de «leer» un debate es identificar si las propuestas nos convienen o nos afectan: «tendríamos que analizar en qué beneficia a los demás pero, en esencia, en qué me beneficia mí y a mi familia», afirma.

Leticia Calderón Chelius, especialista en Ciencias Políticas por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, recomienda poner atención no solo a las propuestas, sino a la manera en que se pretenden realizar y en lo que implican: «si dicen que van a ahorrar dinero, por ejemplo, tendríamos que conocer en qué piensan ocuparlo».

Por otra parte, el doctor José Luis Valdés Ugalde, del Centro de Investigaciones Sobre América del Norte-UNAM, invita a ser más críticos ante cada argumento: «más que nunca hay que desconfiar de los políticos».

El lenguaje corporal también nos puede decir mucho, así como la ropa que decide usar un candidato. Cada palabra suele ser acompañada por movimientos y gestos que pueden responder a un guion preparado o a su carácter humano. Tendríamos que mirar quién nos genera más confianza. Sin embargo, según explica Calderón Chelius, no todos tenemos la sensibilidad para identificar esto de forma inmediata.

debate presidencial

Sede del INE a días del primer debate presidencial. Foto: Cuartoscuro

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¿Un debate presidencial puede decidir la elección?

Un debate en vivo es la oportunidad de los candidatos de usar todo tipo de recursos para persuadir a los ciudadanos, no solo con argumentos lógicos, sino también emocionales. Para Valdés Ugalde, los debates también sirven para medir el ambiente y la manera en que cada candidato aborda los temas.

De acuerdo con algunas encuestas, solo 50 por ciento de la población participará en las próximas elecciones; de este porcentaje, solo 8 % no ha decidido su voto, es ahí donde el debate puede influir. Pero incluso eso es ambiguo, explica Leticia Calderón: cuando un candidato comete un error frente a las cámaras, por ejemplo, puede provocar burlas al mismo tiempo que genera empatía en otros.

Según los especialistas, existen formas de saber qué candidato gana en los debates. Las primeras mediciones ahora se realizan en redes sociales, antes de las preguntas telefónicas de las casas encuestadoras. Pese a ello, el doctor José Luis Valdés Ugalde es contundente: ganar un debate no significa ganar la elección, «el ejemplo más reciente es el de Hillary Clinton y Donald Trump».

Fechas y sedes del debate presidencial 1, 2 y 3

El primer debate presidencial ocurrirá este domingo 22 de abril, en el Palacio de Minería.

El segundo tendrá lugar en Tijuana, el 20 de mayo, en la Universidad Autónoma de Baja California, y se tocarán los siguientes temas: Comercio exterior e inversión, seguridad fronteriza y combate al crimen transnacional y derechos de los migrantes.

Crecimiento económico, pobreza y desigualdad, educación, ciencia y tecnología, y desarrollo sustentable y cambio climático serán los temas del tercer y último encuentro, el 12 de junio en Mérida, en el Gran Museo del Mundo Maya.

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