Ruy dice:
Qué bonita canción. Así: bonita. La voz dulcecita, los instrumentos precisos, la paciencia para presentar cada argumento musical… claro: son canadienses, y como buenos miembros de la movida indie pop de aquellos lares, la cosa es calmada. A pesar del nombre de la banda, y de su lugar de procedencia, la rola se presta mucho para una tarde de verano. Aunque me da la impresión que escuchar dos rolas de esta banda debe ser como inducirse un coma diabético.

Xun dice:
Qué bonito es lo bonito. Tranqui, me encantan las bandas que tienen mujeres como lead singers y que cantan como niñas, colegialas que quieren saltar con sus falditas de cuadros. Se agradece. Se vuelven dulces auditivos que puedes probar una y otra vez. Me gustó mucho. Facilita. 🙂

Baxter dice:
Dulce e intempestiva. Cuando parecía que todo iba a ser un clon de las típicas bandas de chicas neoyorkinas entra el guitarrazo. Tuve que escucharla tres veces para dar mi opinión. No, no se me quedó pegada, probablemente tampoco mañana la estaré cantando, pero funciona bien para poner un ratito de música genérica… con brotes intempestivos.

Josué dice:

Hola soy Josue. Y soy cursi. Bueno esta semana (generalmente soy bastante castroso) he tenido una sobredosis de endorfinas y esta canción es como el reflejo de un sistema cardiaco… Si analizamos bien la rola, es realmente agradable al oído, no sólo por la voz aterciopelada de la vocalista, la forma en que modula la voz para cuativarnos con la letra de la rola, sino que de pronto, y sin preverlo nos da un rush y nos dice, que sí, es romántica, pero al mismo tiempo nos da una bofetada. Es imposible no imaginarnos los ojos de alguien mientras oímos esta cancioncilla.