Si hay algo que agradecerle a Underworld es que convirtieron el cierre de Ceremonia en un gran rave, que al fin le dio al público la posibilidad de bailar y no sucumbir ante el atroz frío de Toluca.

El dúo británico no sólo nos remontó —a los chavorrucos— a la escena de Mark Renton y el bebé que giraba la cabeza en “Trainspotting” cuando tocaron “Dark and long (Dark Train)”, sino que le dieron sentido al festival al transformarlo en una fiesta electrónica, después del desánimo de muchos por la cancelación de M.I.A.

Al mirar hacia los lados, parecía que las 20 mil 400 personas que al final se animaron a venir, no perdieron la oportunidad de ver en vivo a Rick Smith y Carl Hyde y llenaron todos los rincones del escenario Corona.

Bastaron 13temas, entre los que sonaron “King of snake”, “Jumbo” o “Rez”, juegos de luces de todos los colores y como 10 pelotas gigantes que la audiencia lanzaba con energía, para que los británicos complacieran hasta a gente que sólo había ido a verlos con la actitud de “pues ya qué”.

“Are you feeling happy?”, preguntó Hyde a los asistentes quienes respondieron con varios gritos para después ser halagados por el cantante porque “that’s what we love every time we come to Mexico, that energy”.

“Thank you for a fantastic, fantastic night”, fueron las últimas palabras del vocalista antes de dar inicio a “Born Slippy”, misma que logró lo que ninguna canción antes en esta edición del festival: que la gente hiciera temblar con saltos al Centro Dinámico Pegaso, además de recordarnos una vez más al clásico de Danny Boyle y así concluir un Ceremonia que a pesar de los contratiempos, logró complacer a quienes se aventaron el viaje hasta el Estado de México.