Gran parte de la carrera de Minogue ha sido potenciada por su llamativa imagen y sex appeal. En el 2000 Kylie lanzó la canción "Spinning Around" y con ella un video que dio mucho de qué hablar. En este la australiana se mostraba, con escasa ropa y bailando en un antro. El video le valió el establecimiento dentro del mercado pop y el interés en los medios que terminaron llamándola: "SexKylie". Después de este momento todo le quedó clarito: el sexo vende.

Desde entonces sus videos se transformaron en la plataforma favorita para caer en la tentación de la australiana. En videos como "Chocolate" o "Red Blooded Woman" la cantante usa todos sus atributos para hipnotizar a los que la observan, logrando colocarse dentro de los videos más votados en los canales musicales del mundo. El punto álgido lo logró con "Can’t Get You Out of My Head" con aquel icónico vestido blanco que enseñaba justo lo necesario para ser altamente sensual sin caer en la vulgaridad.