Lo bueno

Hoy en día pocas bandas pueden hacer bailar a la gente como lo hace The Rapture. Desde la primera nota, hasta la última, el público nunca dejó de bailar, saltar y mover cada articulación al ritmo de los frenéticos guitarrazos de la banda.

El combo de “Whoo! Alright Yeah…Uh Huh” y “House of Jealous Lovers” hizo que temblara el José Cuervo Salón, llegando al clímax de la noche gracias a la banda y a la respuesta de la audiencia.

The Rapture se lució en muchas otras canciones, particularmente en “Echoes”, encargada de cerrar la primera parte del concierto. Aquí el grupo dejó ver todas sus fuertes influencias punk y se dejó llevar por la música. Lo más impresionante es que a pesar de que el sonido en dicha canción era bastante crudo y no muy melódico lograba que la audiencia no dejara de mover sus pies.

El público ayudó a crear la atmósfera de fiesta en varias canciones, sobre todo los “éxitos”, como era de esperarse en “House of Jealous Lovers” o “Get Myself Into It”, en las cuales corearon y gritaron a todo pulmón. A pesar de eso, “Sail Away” del último disco del grupo, fue la que se llevó las palmas.

El cencerro es el mejor amigo de The Rapture, cada que hacía acto de presencia la audiencia se volvía completamente loca, como si el pequeño instrumento tuviera poderes sobrenaturales. También cabe destacar que, a pesar de que el concierto estaba agotado, no estaba atascado había suficiente espacio para bailar como The Rapture manda.

Lo malo

La energía e interés de la audiencia disminuyó bastante durante el encore. Probablemente hubiera sido mucho mejor que incluyeran más sencillos. El cierre con “How Deep Is Your Love?” logró recapturar parte de la energía pero no tanto como la primera parte. El sonido a veces dejaba mucho que desear y en particular el saxofón era muy difícil de escuchar.

Lo feo

El concierto duró muy poco, para ser una banda con cuatro discos uno esperaría que tocaran por lo menos hora y media. En realidad sólo tocaron 15 canciones y aproximadamente una hora y cuarto. La mayor parte de las canciones de la noche fueron del In The Grace of Your Love por lo que con un setlist tan reducido se notaba que muchos, que no conocían bien el disco, se aburrieron un poco.

Veredicto final

The Rapture son los amos del baile, ir a un concierto suyo, así como escuchar sus discos son garantía de fiesta, y la que se vivió en el José Cuervo Salón, aunque corta, pinta para ser una de las mejores del año.