¿Cuál es su gran éxito?

¿Creías que Moderatto ya se pasó de lanza? Entonces no has escuchado a Nicho. Una breve semblanza: Nicho (empezando porque se hace llamar “Nicho”, como el hermano de la “nacha”) tenía una guitarra. Como es más bien feo, su única forma de llamar la atención en las fiestas era tocando con su guitarra rolas que todas las chicas conocieran y quisieran cantar. Un día alguien le dijo que cantaba muy bonito, que por qué no iba a una disquera a ver si le hacían caso. Corte A: Nicho tocando en el Auditorio Nacional, con rolas que otros compusieron. Y no cualquier rola, no: “Ay amor” de Flans era su hitazo. Parece que un día intentó hacer un disco de música original, pero nah: ese no es el Nicho que queremos.

¿Por qué lo odiamos?

Hay tantas razones que no sabemos por dónde comenzar. Primero, porque se hizo famoso haciendo algo que mucha gente hace mucho mejor que él: tocar covers. Segundo, porque si acaso se atreve a tocar una rola buena, termina destrozándola (claro ejemplo: “Mariposa technicolor”, de Fito Paez). Tercero, porque además de ser pésimo, ¡lo ponen en la radio! ¡Y todos lo aman! Bueno, ¿a quién se habrá sabroseado este carnal?

Su frase / rola más odiosa…

Todas, absolutamente todas. Lo chocante no son las rolas, sino el intérprete…

Notas relacionadas:

7 hijos de leyendas
Las 9 peores rolas ochenteras
9 horribles frases cursis