Ayer en el Pepsi Center de la Ciudad de México se presentó una gran banda deuno de los géneros más escandalosos de la música, el metal (y del bueno), el lugar se abarrotó totalmente y los fanáticos recibieron con gran entusiasmo y cuernos de diablio en el aire, a Megadeth.
gente.

El set estuvo compuesto de 19 canciones de explosión y con una interpretación más que excelente, pero sobretodo un público mexicano que como siempre, es el más entregado dentro de todo el
continente.

De principio a fin las emociones estuvieron al máximo, empezaron con la fuerzanecesaria, “TRUST”la primera canción en la lista hizo que la gente coreara el nombrede Mustaine, seguido de una gran sorpresa, cuando el mismo Dave comenzó a cantarel coro en español.

De igual forma, el Pepsi Center retumbó Symphony of Destruction, que nos tomó porsorpresa, pero ahí fue donde todo terminó por afianzar la relación entre el público ysus ídolos, coreando ¡Megadeth, Megadeth, aguante, Megadeth!

Solos de gran manufactura interpretados por Broderick y la estructura más queperfecta de el maestro Ellefson (bajista original), y una gran fuerza desde la parte trasera en la batería de Shawn Drover.

Disfrutamos de canciones como “Hangar 18” hasta “Peace Sells”, donde en una brevepero emotiva aparición, Vic Rattlehead, hizo conmocionar al público presente.

El show de la legendaria banda fue impecable, rifaron como los grandes que son, los únicos detalles que evitaron que la noche resultara perfecta, fue la acústica del lugar, que en ocasiones nos impedía escuchar la voz del maestro Mustaine, además del ya clásico tráfico de la ciudad y la guerra eterna para conseguir un buen lugar de estacionamiento.

A pesar de esto la gente respondió, lo hizo de manera sorprendente, ante unalegendaria banda de Trash Metal, que entregó uno de sus mejores repertorios, y sobre todo, su corazón.

Que el metal esté con los chilangos.