Perdimos desde la llegada… la entrada a la Alameda Poniente era precedida por una fila que daba la vuelta a la manzana y que avanzaba tan lentamente que, llegando a las 5 pm, parecía que no librabas ver a Calle 13 a las 17:50. Lo que nos lleva al segundo tropezón: Calle 13 no tocó a las 17:50. Tocó a las 20 hrs, aproximadamente. Tres de los cuatro escenarios del festival tenían un retraso de entre una y tres horas. Esto hacía imposible saber a qué hora tocaban las bandas; todos deambulábamos de un escenario a otro por el laberinto de gente y polvo que era la Alameda, con la esperanza de toparnos, por casualidad más que por otra cosa, con los actos que queríamos ver.