Era 1993, la industria de la música en reino unido estaba sumamente preocupada. Una generación de chicos, sus chicos, estaba siendo atraída por bandas de rock estadounidense de grunge. Las grandes agrupaciones del reino unido no generaban tanto interés en el mainstream. El madchester de Happy Mondays, The Charlatans y principalmente The Stone Roses, aunque influyente, no podía combatir en las listas de éxitos del país.

La solución: Brett Anderson sobre la Union Jack en la portada de Select junto con la frase “Yankees regresen a casa, Suede está aquí”. Esa portada sería marcada en la historia del rock alternativo por haber dado el banderazo de inicio del britpop.

El pasado 22 de enero obtuvimos su segundo disco desde su regreso, que se dio tras 11 años de desintegrada la banda: “Night Toughts.” Por ello, hemos decidido dar un repaso por su carrera.

El britpop no es un género o movimiento del cual se puede hablar únicamente por su parte musical, que aunque la mayoría de las agrupaciones presentaban influencias de las mismas personas, su sonido no se puede clasificar como similar. A diferencia de muchos otros géneros, lo que siempre importó en el britpop, y por lo cual se considera a una banda como parte de este movimiento, fue el discurso.

Todas las bandas pertenecientes tenían que hablar sobre el estilo de vida del reino unido de los años 90s, en especial de la clase trabajadora. Mientras que Oasis lo hacía para la gente más modesta de Manchester, Blur daba la visión de la vida de la gente acomodada de Londres y Pulp por otro lado siempre fue la banda que mediante referencias literarias inteligentes daba por entendido que la guerra de clases podía ganarse con estudios y ganas por vivir.

La importancia de Suede radica en que fue la primera banda de esta camada en ser tomada realmente en serio. En el 91 aun sin un sencillo bajo el brazo ya se había ganado el título de ‘the next big thing’, la gente de la NME y de Melody Maker no podían dejar de hablar de ellos: su sonido sucio, lleno de juegos de guitarras inspirados en Johnny Marr de The Smiths y las líricas de contenido bastante fuerte siempre con referencias a clásicas calles de Londres y lugares icónicos de la ciudad en conjunto con la imagen andrógina del vocalista (Brett Anderson) fue más que suficiente para atraer a miles de personas a la propuesta y con esto, la visión de la industria de su país de a qué bandas debía de apoyar para volver a crear interés en lo que se generaba dentro de su país.

Suede sería lógicamente la banda que se encargaría de darle voz a las vivencias grotescas, llenas de sexo y de drogas que la juventud de la clase media de reino unido vivía en ese entonces.

Para febrero de 1993 Suede había sido invitado de último minuto a la ceremonia de los Brit Awards, sólo una semana antes había lanzado su segundo sencillo “Animal Nitrate” y ya los estaban introduciendo a la ceremonia como los ya legendarios Suede. Este fue el primer acercamiento de la banda al mainstream de su país. La fuerte carga erótica que presenta la lírica de la canción en conjunto con el show de la banda hizo que su primer disco de estudio, de título homónimo, fuera el que más rápido se vendió en la historia del país (hasta ese entonces claro). La crítica se mostró sumamente positiva e incluso la agrupación ganó premios como el Mercury Music Prize.

Antes del lanzamiento de su siguiente disco las cosas se tornaron mal, los frecuentes choques entre Anderson y el guitarrista Bernard Butler dieron con la despedida de este último de la banda. La prensa no estaba feliz, muchos consideraban a Butler como la cabeza creativa más importante de la agrupación además de que Anderson, cada vez más introvertido, estaba dejando que las otras tres grandes bandas del britpop le ganaran en cuanto a difusión. De alguna manera “Dog Man Star” (1995) es probablemente el disco más sólido de la agrupación y el single anterior al lanzamiento de este “Stay Together” ha sido incluso considerado como la tercera mejor canción de la década (según NME). Esta etapa del grupo es sin lugar a dudas la más experimental pero también depresiva de su carrera.

Desde entonces todo fue cuesta abajo para Suede, que aunque sus siguiente discos mostraron una evolución en la banda muy bien recibida, con “Coming Up” (1996) que es un material lleno de clásicos pop y el siguiente a este “Head Music” (1999) que aun contenía momentos del genio de Anderson como Everything Will Flow, la realidad es que la banda nunca pudo levantarse completamente sin Butler. Cuando “A New Morning” (2002) salió y las críticas y el público vapuleó el trabajo, a Anderson no le quedó de otra más que desintegrar a la agrupación, algo que todos sus seguidores resintieron hasta el 2013 cuando regresó la agrupación con un disco aceptable titulado “Bloodsports”.

Hoy, no nos queda más que ver los nuevos conciertos de la propuesta llenos de himnos que han servido a muchísimas generaciones y su nuevo material “Night Toughts” algo del ha tenido tanto halagos como detractores.

Aquí el sampler, para que des tu veredicto:

¿Te latió?

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