Un espectáculo de primer nivel, la energía, sensualidad y unos ojos embrujadores se conjuntaron este viernes cuando Katy Perry explotó el Palacio de los Deportes con un show lleno de colores, coreografía y más de un desmayado. A la menor provocación, la autora de ‘This is how we do’ arrebató el retumbo de las gargantas chilangas por medio de su melódica voz y su físico deslumbrante.

Los asistentes se encontraban tan entusiasmados que esperaron hasta las 21:15 horas para entonar los himnos de la representante más poderosa del pop en la actualidad. Antes de ello existió una telonera mexico-americana; la ansiedad se iba haciendo presente y fue precisamente cuando incursionó Becky G. La cantante mexicana de influencia hip hopera, pero que canta y enuncia casi todo en inglés, presentó varios de sus temas para calentar a los asistentes y entre sus canciones más “profundas” se encontraba la que lleva por coro ‘Cantando en la regadera’.

El momento esperado llegó y, por medio de colores fluorescentes y danza tribal, se anunció la presencia de Katy Perry en el ‘Domo de Cobre’… se abrió el prisma. ‘Roar’ fue el single con el que se presentó de nueva cuenta ante el público tricolor en esta gira ‘Prismatic World Tour’, la primera en la carrera de la californiana en conseguir dos ‘sold outs’ en la Ciudad de México.

Las ‘orejitas’ destelladoras se encendieron en las gradas mientras que la impresionante pirámide de leds develaba la figura escultural de Katherin Elizabeth Hudson enfundada en una falda y top reflejantes. ‘Part of me’ también fue parte del alba del set mientras que se jugó con los oscuros y las cuerdas fluorescentes. ‘Wide Awake’ comenzó entre la opacidad donde los ojos de Katy destacaban.

La zona de pista presentaba tal aglomeración que era imposible saltar cuando Perry pidió que se viviera ‘This moment’, incluso varias personas no soportaron la multitud y tuvieron que salir a una zona más liberada, a pesar de que habían llegado con horas de antelación para estar próximos a su ídolo. Los desmayos no se hicieron esperar.

El viaje intergaláctico comenzó con los visuales y ‘Dark Horse’ puso el misticismo a la velada por medio de la danza aérea ejecutada por los bailarines de la cantante. ‘Legendary Lovers’ hizo que aparecieran momias voluptuosas en el escenario mientras el enramado de lasers de colores penetraba en cada poro de los presentes. ‘I kissed a girl’ rememoró el comienzo de la exitosa trayectoria de la estadounidense, además de realizar un sutil cover del tema ‘Vogue’ de la Reina del Pop, Madonna.

Las guitarras chispeantes volaron sobre la pista de baile mientras ‘Kittywood’ tomaba el control del recinto. Con un body rosa en forma de gato, Katy Perry entonó ‘Hot n Cold’ en una versión más pausada y luego complació con ‘International Smile’ ante el jubilo de los presentes.

De nueva cuenta con un cambio de vestuario, ahora por una túnica brillante y una peluca de colores, Katy Perry interactuó con su público e incluso se tomó video y una selfie con el celular de un fanático. ‘By the grace of god’ y un mashup ‘How we do/Last friday night’ fueron las melodías que enloquecieron al público cuando confesó que los mexicanos son el mejor público del mundo.

Todavía existieron mariposas y pelucas de diferentes tonalidades al ritmo de ‘Walking on air’, un reprise de ‘Peacock’ y Teenage Dream’. La compenetración con los mexicanos fue excepcional y todavía se gozaba de un par de créditos en este concierto por lo que a través de un trono de colores apareció la cantautora en medio de la pista para regalar ‘California Gurls’ y ‘Birthday’.

El encore sucedió cuando los juegos pirotécnicos dieron la bienvenida a ‘Fireworks’ ante la algarabía del público y tras ello se selló de nueva cuenta el prisma que fue el medio para disfrutar un espectáculo lleno de adrenalina y entrega total por parte de Katy Perry en la Ciudad de México.