Daniel Alejandro Riveros Sepúlveda, mejor conocido como Gepe, es uno de los músicos chilenos más importantes de los últimos 10 años. Con base en su pop inteligente y bien hecho, mezclado con música andina y rock, ha logrado llegar a muchísimos lugares y por su puesto el DF y nuestro país es uno de ellos.

Con 33 años, el chileno tiene en su etapa solista cuatro LPs, dos EPs, y próximamente el quinto disco de estudio llamado Estilo Libre.

Gepe forma parte de la disquera de su país Quemasucabeza, la cual lleva varios años realizando el Festival Neutral en Chile. Este festival muestra al talento consolidado del sello así como nuevas propuestas, y en este 2015 por primera vez se realiza en México.

En esta edición Gepe es el plato fuerte así que aprovechando su visita a nuestro país, platicamos un rato con él en su hotel y esto fue lo que nos contó.

México y Chile son sociedades muy parecidas, países muy parecidos. Musicalmente, ¿cuáles son los obstáculos que ves en México, que en Chile no ves?

Acá la diferencia es que yo soy un músico de afuera, entonces allá ser músico local es súper distinto, en toda Latinoamérica donde se supone que siempre llama más la atención algo que venga de afuera, ¿cachai? Entonces a mí me da la impresión de que como he venido aquí harto, pero igual soy visita, sigue habiendo algo llamativo, ¿cachai?

No veo ni una desventaja. Acá hay mucha gente, por lo tanto hay un potencial de gente que pueda ir a tu concierto, que es más grande que lo que pueda pasar en Chile (Santiago), que es una ciudad donde viven siete millones de personas y acá viven 30 o 20. Claro, hay una cosa como proporcional que es bien especial, más bien una ventaja que una desventaja, y por supuesto estar al lado de Estados Unidos, o por lo menos más cerca de los centros fuertes de la música igual es una ventaja, entonces le veo más ventajas que desventajas acá.

Como escena underground local, ¿cuál consideras que sería más fuerte: la chilena en Chile o la mexicana en México?

No lo cacho porque no vivo acá, pero yo me imagino que en Chile por lo menos siempre hay música underground. Probablemente cuando yo inicié había mucho más en Chile, no sé, en la movida que yo frecuentaba que somos varios, estábamos yo, la Javiera (Mena), los Dënver, Congelador, etc., había muchísimas, muchísimas bandas, y algunos de nosotros seguimos haciendo música pero ya no desde ese lugar.

Siento que el under se fue a algo más extremo, como más al noise, más radical, más performance y eso me parece súper sano, muy bonito; como una antítesis de lo que está pasando por el lado más visible. Siempre la escena underground está fuerte pero ahora yo no sé en qué anda, en verdad, estoy un poco.

La escena chilena es muy fuerte. En los últimos diez años de alguna manera le quitaron el “primer lugar” a Argentina en Sudamérica. ¿En Chile se siente igual, sí se siente que tienen una escena fuerte y consolidada?

Sí, es cierto. O sea, hay, no sé, diez grupos o proyectos que llevan mucha gente siempre y que están tocando por todos lados y lo que pasa ahora, que yo creo que no pasaba hace mucho tiempo o quizá no ha pasado nunca, es que si tú le preguntas a unos críos en la calle “oye, ¿cuáles son tus diez bandas favoritas?”, estoy seguro que te va a decir una o dos chilenas, ¿cachai? Entonces eso acá es nuevo, y se siente.

¿Tú te consideras de alguna manera el líder de ese movimiento, el abanderado de la oleada chilena acá en México?

Por lo menos de los primeros que llegó, sí. Con la Javiera (Mena).

Tienes mucha escuela de la música andina, de la música de tu país. Tú lo mantienes, pero crees que, en general, ¿se ha perdido eso en tu generación, o tal vez nunca lo tuvieron?

La música popular en Chile en general no está marcada por el folclor, el folclor estaba por lo menos más ligado al lado como político, ¿sabes? La izquierda es folclor, la izquierda es andina. Pero después como que quedó en eso, y como que nadie había tomado el folclor como algo, a excepción de Los Tres, creo que nadie había tomado la música andina y la había puesto en el pop, ¿cachai? Creo que dentro de todo, es un sello de mi música pero también ha sido como una cosa que ha generado un enfrentamiento, como que algunos se quejan un poco. No es parte como de la música “oficial”, es como el rock.

Ahora que mencionas a la izquierda, bandas chilenas tan importantes como Los Prisioneros tenían un discurso sumamente contestatario ¿En qué momento se perdió eso en la música chilena?

Se está volviendo nuevamente a eso, creo que desde la vuelta de la democracia, hasta hace unos tres años con el movimiento estudiantil, no había música contestataria o con esa propuesta, con cierto análisis de la realidad por lo menos, y ahora ha empezado a volver.

¿Por qué crees que eso se quedó atrás?

Creo que porque hubo un relajo ahí, se perdió el enemigo, desapareció Pinochet y todos se relajaron y dijeron “ahora vivamos la vida que queremos, la vida de los gringos”. Entonces no es tan contestataria la cosa, no hay como que una lucha contra algo específico. Durante todos los 90 Chile se empezó a aburguesar hasta hace poco que empezó toda esta gente a darse cuenta de que hay cosas mal: ¿por qué pagar tanta plata por el colegio? ¿por qué pagar tanta plata para ir al doctor? ¿por qué pagar tanta plata por el transporte público? es un escándalo. La gente empezó a darse cuenta.

¿Crees que esto está lo suficientemente permeando en la música o le hace falta más?

Yo creo que está bien, siento que hay que tener cuidado con ése tipo de cosas porque cuando uno se vuelve contestatario, o más que contestatario, panfletario, tiende un poco a caer en un lugar que no sé si es tan interesante musicalmente hablando, tampoco para la gente. Es mejor digerir el asunto, asimilarlo y devolverlo ya masticado.

Eres un gran amigo de Alex Anwandter, incluso tienes un proyecto con él. Él es un músico activista por los derechos LGBT, tú mismo lo eres, ¿cómo percibiste la recepción en Chile sobre el hecho de que en Estados Unidos ya es legal el matrimonio homosexual?

En Chile aún matan gente por ser homoxesual, pasa, en las poblaciones o lugares más pobres del país, los acribillan. Es un buen modelo pero para llegar allá queda demasiado todavía. Chile es un país súper conservador, híper católico, súper machista. Un travesti en la calle a la 1 am es proclive a que lo apaleen. No sé si afectó tanto, en el aspecto más hipster yo creo sí, Instagram y esas cosas pero en general no.

Pasando a la parte musical ¿qué tiene de nuevo Estilo Libre, tu próximo disco?

Yo creo que ya hay un desprejucio absoluto ya asumido de que no importan los estilos, importan las canciones.

El primer sencillo de este material (“Hambre”, a dueto con Wendy Sulca), recibió fuertes críticas, ¿crees que el público y los fans ya se calmaron y lo aceptan mejor?

Creo que el primero tiene que ser un golpe fuerte. Siempre el primer single tiene que ser lo más duro, lo más extremo, esta vez tiré la piedra lo más lejos posible para que las siguientes cosas que pasen no se vean tan radicalmente distintas. El primer single es como lo más duro, ya fue lanzado entonces ya fue, y ahora vienen cosas más suaves, cosas menos arriesgadas.

Tengo entendido que no te gusta el fútbol…

Si me gusta.

Mejor así. ¿Cómo se ve afectada la escena musical por la realización de la Copa América

En la música no hay nada, porque no hay información que no gire alrededor de la copa, pueden hablar una semana de un futbolista de la selcción y durante todo este tiempo no hay nada más que hablar, entonces todo se suspende en la música. Por eso mismo pospusimos la edición del disco para después. Y en el ánimo del país creo que lo ablanda un poco, estamos en un tiempo lleno de críticas al gobierno y tiende a anestesiar un poco ese disgusto.

Chile está de moda.

¿En el mundo? No sé, no creo.

Y así terminó la platica con un serio pero abierto Gepe. No olviden que se presentará el sábado 3 de julio en SALA como parte del Festival Neutral.