En la industria musical chilanga existen ciertos personajes que no son del agrado de muchos, pero que ahí están, han estado y, al parecer, seguirán estando; nos referimos a los revendedores, esos personajes que siempre podrás encontrar a las afueras de los foros de conciertos gritando su clásico “¿Le sobran o le faltan?”.

Dentro de todos ellos y ellas, hay uno que resalta, hablamos de Marco Antonio González, mejor conocido como El Oso de la Guerrero. Este revendedor de voz aguardientosa, que posee un solo ojo y tiene 59 años, es famoso porque incluso tiene su cuenta de Twitter en donde abiertamente despacha y afirma que consigue boletos para eventos de toda la República. Además, cuenta con casi 3,000 seguidores.

Para bien o para mal, El Oso de la Guerrero es un personaje chilango y musical, así que lo entrevistamos como parte de la serie Detrás de la música.

¿Cómo empezó en esto?

Comencé a los 19 años, en la Arena México de la Colonia Doctores. El primer evento para el que revendí fue para el Holiday On Ice. Me le pegué a un revendedor que le decían “El Jarocho”, se llamaba Jorge Vázquez y ya falleció.

Mucha gente se enoja de que existan los revendedores, ¿a usted le molesta, o qué piensa de eso?

Yo no me puedo fijar. Si a ti te sobra un boleto y no me lo quieres vender a mí, es problema tuyo, porque si está bueno el espectáculo pues no batallas, pero si está malo nadie te lo compra. Además, luego te expones hasta a que te vayan a llevar los policías; aunque las autoridades sepan que no eres revendedor, te van a llevar. Saben que yo sí soy y quién sabe si a mí me lleven.

¿Cuántas veces se lo han llevado?

Uy, a mí me llevan a cada ratito, soy cliente de las autoridades.

La reventa es una falta administrativa, no es un delito como tal pero, ¿cómo está con su conciencia?*

Pues gracias a dios nací con valores, con principios. Me crié en la calle, con gente de todo y he conocido de todo, y yo sigo con mis principios y valores, nunca he robado a nadie porque me da miedo la cárcel. Yo nací libre, me gustan las calles, toda mi vida he caminado mucho, en las noches, por donde quiera, ya sea Tepito, La Merced, Polanco, Las Lomas; no me importa. No me gusta estar encerrado. Como revendedor me han encerrado muchas veces: cuando llegué a la reventa me golpeaban, me robaban los boletos, me echaban a la policía, me metían 15 días a la cárcel, son 15 días que moralmente me caigo mucho porque extraño los tacos, la caminata de todos los días.

Camina mucho, entonces, ¿qué tal está de salud?

Nunca he hecho deporte pero como siempre camino, yo creo que por eso todavía no estoy tan malo. Por los sustos y los corajes en la reventa por las grandes cantidades de dinero en boletos que manejamos, la azúcar (sic.) y la adrenalina de tantos años hace que casi todos los revendedores acabemos diabéticos, y en mi familia yo no tengo antecedentes, mi madre murió hace dos años de 93, toda mi familia llega a viejo. Yo apenas 59 años y ya tengo diabetes.

Entonces, retomando, ¿se hace de la vista gorda en ese sentido de la ilegalidad de la reventa?

Pues es que, ¿qué podemos hacer? No me puedo quejar. El otro día me agarraron en el Vive Latino sin boletos, por conocido, me agarraron en el Palacio de los Deportes, me llevaron al Foro Sol y ahí pusieron un MP, no sé si sea legal, y ahí me detuvieron. Me puse bien malo, se me subió la presión, los de la ambulancia que está en ese MP llamaron a otra ambulancia porque ellos no traen aparatos, nunca traen herramienta, son como un carpintero sin martillo. Llegaron, me sentaron, me dieron una pastilla hasta que me compuse, me quedé con ellos y luego ya me subieron al camión donde nos detienen, no sé si sea legal, nos tienen cinco o seis horas en un camión y ya después nos llevan al “Torito”.

En algunos países la reventa es legal, ¿le gustaría que aquí fuera así?

Pues sí, hay muchos revendedores legalizados extranjeros que ponen su empresa, llámese Ticketmaster o Superboletos, no tengo nada contra ellos, al contrario, a lo mejor gracias a ellos hay más espectáculos, o se me facilita más conseguir el boleto a mí. Simplemente que ellos también son revendedores, yo soy ilegal, simplemente si me dieran la oportunidad como ellos de no invertir, sólo vender con una computadora, pues a todo dar, pero no tengo tanto poder.

91958El Oso de la Guerrero en su Twitter

El Oso de la Guerrero en su Twitter

¿Cómo decide para qué evento comprar boletos y revenderlos?

Aquí en la reventa somos ignorantes, entonces una persona estudiada y preparada te da el consejo, te dice si un evento va a estar bien bueno, si un artista ganó un Grammy y así y asá, entonces tu te atreves a comprar 20 boletos y dices, “todo lo que he perdido, con éste lo desquito, aquí gano lo que necesito y lo que no tengo“.

¿Cuál ha sido el boleto más caro que ha vendido?

Pavarotti, en la Laguna Salada en el Desierto de Mexicali. También otros de Madonna que vendí en 22,000 que me los dieron en 20,000, fui, los vendí, regresé y los pagué, la gente tiene confianza en soltarme el boleto, saben que regreso. Yo le sugiero a la gente que antes de comprar un boleto pues le tomen foto al revendedor por si les sale falso.

¿Hay mucho boleto falso?

De repente, pero eso no lo hacemos nosotros, eso es gente espontánea, a mí me ha tocado que me venden falsos, me tocó con los Backstreet Boys, me ha tocado en dos Vive Latino, llegan chamacos que los veo bien y me dicen “Me sobran cuatro o cinco boletos” y pues yo los compro. El otro día me dijo un viejito: “Oye, se pusieron malos mis hijos, venimos de Tlaxcala“, se los compro y eran falsos. A unas muchachas que las vi decentes me vendieron falsos.

¿Cuáles son los eventos para a los que ha vendido más boletos?

Vive Latino, cuando se juntó Caifanes. Cuando toca Vicentico con sus Cadillacs, el de los Rolling Stones, Bon Jovi, y Rod Stewart en Querétaro. Estabamos chamacos y la gente se emocionaba mucho, igual al de Queen en Puebla.

¿Y alguno en el que le haya ido mal?

Una vez que estuvo Korn en el Foro Sol, no vendí ninguno. Ha habido muchos, cuando vino Radiohead en el 2009, en todos los Ticketmaster formé gente de mi barrio, de la Guerrero, compré de abajo, como 300 boletos y prácticamete lo perdí todo. Lo que vas subiendo poco a poco de pronto lo pierdes en un solo show.

Es un poco como el poker, ¿no? Usted es muy arriesgado, ¿no prefiere irse un poco más a lo seguro?

En la reventa no hay nada seguro, el espectaculo dicen que es falso y traicionero, como la política, así es el espectáculo. Te da y te quita. Ahorita tengo días que no consigo nada.

Pues el verano es calmado, ¿no?

Ahora, antes no, la gente salía de vacaciones y se iba a eventos. Antes había muchos, la gente del interior que venía, asistía; ahora los empresarios no se animan.

¿Cuando se le han quedado boletos ha dicho, “pues me meto”?

Yo entraba mucho a shows, a la ópera, eventos rancheros en la Arena, a Rigo Tovar que me caía muy gordo, pero cuando pierdo mi ojo perdí las ganas de muchas cosas, no supe si me asaltaron o me golperaron, andaba yo borracho, no sé si alguien me los echó a propósito, perdí un ojo y perdí media vida, todo me empezó a dar miedo, como que me amargué un poco la existencia. Pero ya otra vez estoy entrando a algunos, se me han ido muchos que me han interesado porque me quedo sin dinero, como ahora para Judas Priest, tenía un boleto pero me daban más de lo que me costó y pues mejor lo vendí, ya los ví pero quería volverlos a ver porque son de mis tiempos.

¿Vive Latino o Corona Capital?

Me gusta más el Vive Latino por la antigüedad, pero para mí es lo mismo.

¿Quién le paga más?

Pues es que es el mismo público, es la misma banda, mis mismos clientes de siempre.

¿Cuál es su lugar favorito de conciertos?

El que más me gustaba era el ex Salón 21 pero ya me lo cerraron. Aunque estoy acostumbrado a estar en todos. También me enamoré de la Arena México, tal vez porque ahí debuté y ahí viví casi toda mi juventud. Era el lugar donde más espectáculos había, ahora ya no voy, tiene como 20 años que dejé de trabajar las luchas.

¿Y cómo le va a usted económicamente?

Pues te vas multiplicando, desde la vez de Radiohead no he podido levantarme, perdí 300 mil y otros 200 mil en un MXBeat en Toluca.

¿Entonces si quisiera retirarse, no podría hacerlo?

No, ¿de qué vivo?

¿Hace 6 años pudo haberlo hecho?

Hubiera puesto otro negocio, si vuelvo a juntar otra cantidad así no me vuelvo a confiar de ningún espectáculo.

¿Qué le puede decir al público?

Pues que incluso a mí, que es mi trabajo, algunas veces se me pasa comprar los boletos, entonces a la gente que anda con otras cosas pues con más ganas. Hay chamacos que se van a formar dos días antes a la taquilla, no hagan eso, cómprenlos en Ticketmaster el día que salen y se evitan problemas de andar batallando con nosotros.

¿Se considera un mal necesario?

Sí, pues es lo mismo, por ejemplo, en el pueblo compran la leche a 80 centavos, le ponen agua, químicos y te la venden a 15 pesos en la ciudad, pero la tienes que comprar, ni modo que vayas al pueblo. Yo el boleto no lo altero, te lo vendo como es, la gente que revende los alimentos esa sí es gente sin escrúpulos, yo no te estoy vendiendo un artículo de primera necesidad como la leche u otras cosas.

Yo quisiera pedirle a OCESA y demás, que contraten policía decente, ni granaderos ni montada, porque luego son muy manchados con el público, hay que cuidar al público que de él comemos, ya no es necesaria la fuerza pública para los eventos. En México el público ya está educado para asistir a los conciertos y a todo tipo de eventos.

*La Ley de Cultura Cívica del Distrito Federal, en su Artículo 25, sanciona a las personas relacionadas con el delito de reventa con una multa que va de los 21 a los 30 días de salario mínimo o con un arresto de 25 a 36 horas.

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