En la actualidad, en pleno 2015, cuando la música se vuelve cada vez más efímera y momentánea, hay escasez de headliners en los festivales y pocas bandas logran convertirse en algo realmente grande, DLD logró hacer su primer Palacio de los Deportes, y no solo eso, sino que lograron el lleno total.

Se puede decir fácil, pero la banda conformada por Paco, Erick y Pijey ha trabajado durante más de 15 años para estar donde está, en un ya exclusivo club de bandas mexicanas que han logrado meter casi 20,000 personas en el domo de cobre.

El pasado sábado 1ero de agosto fue el día fijado para que lo anterior sucediera. Aún con amenaza de lluvia y un calor completamente fastidioso, el público estaba ya dentro del recinto llenándolo poco a poco antes de las ocho de la noche, hora exacta en la que la banda argentina (y debutante en nuestro país) Indios, apareció en el escenario que era parcialmente cubierto por una gigantesta tela blanca.

El quinteto sudamericano que emula completamente (o al menos es una clara influencia) a Babasónicos, fue recibido incluso con ovaciones de parte de un pequeño sector del público. Después de agradecer y verse sorpendidos, su show comenzó con ese rock duro, melódico y sexoso característico del país pampero.

Media hora después, los argentinos terminaron su show, y en punto de las nueve de la noche, las luces se apagaron y empezó a sonar la batería de “1ero de octubre”, para segundos después, dejar caer la manta que cubría el escenario y ver a DLD arriba de él.

El inicio fue bastante potente, pues pocas veces las bandas comienzan con tres de sus grandes éxitos, ya que después de la canción inicial, siguieron “Arsénico” y “Dixie”. Luego de algunos temas de Futura (su más reciente disco), como “Soy” y “Sábado”, llegó el turno de otro de los recientes clásicos y una de las más coreadas, es decir “Sea”.

De un total de 28 canciones, la banda originaria de Satélite, tocó las 11 canciones de su nuevo disco, prácticamente durante el primer gran bloque del show. Ya cerca del final, llegó el turno de “Pagarás”, canción en la que subió como invitado Dr. Shenka, vocalista de Panteón Rococó. La noche continuó con “Enculado” y “Un vicio caro es el amor”, canciones a las que el público respondió muy bien.

“El mapa de tus ojos” y “Las cruzadas”, fueron las encargadas de cerrar momentáneamente el concierto. Minutos después de un descanso, la banda reapareció con “Control” y “Viernes”, para después interpretar “Mi vida”, el cover que la banda le hizo a José José y se ha convertido en una de las favoritas de los fans.

El concierto ya daba sus últimos respiros, después de 25 canciones sólo quedaba por cantar “Todo cuenta”, canción que convirtió al Palacio en un karaoke, “Estaré” y finalmente “Por siempre”, canción con la que la banda se despidió de este sueño hecho realidad, el cual, por cierto, será grabado en DVD.

Un buen concierto que sin duda disfrutaron tanto la banda como sus fans, y se reconoce la capacidad de llenar este inmueble.