A medio concierto,Charlie Monttana hace una pausa para beberse los restos de una botella de Jack Daniels, su inseparable whisky, y entonces me pregunto ¿cómo ha sobrevivido a tanto alcohol y desmadre durante más de 30 años en el rocanrol?

En México, Charlie encarna como nadie el estereotipo del rockero borracho y mujeriego, algo así como un Vince Neil tropicalizado, pero a diferencia del vocalista de Mötley Crüe, el excantante de Vago y Mara tiene un gran sentido del humor.

“Ahorita mando por unos pomos al Oxxo”, dijo con botella en mano y frente a los fans que lo acompañaron el jueves en el Lunario para celebrar sus 32 años de carrera.

Charlie no tiene una voz educada en la academia —bueno, habría que poner en duda si eso que brota de su garganta es voz—, tampoco es un diestro bailarín o guitarrista y el exceso de destilados se nota en su barriga.

Sin embargo tiene esefeelingpara narrar historias que levanta de las banquetas, que encuentra en un cuarto de hotel o en un salón de clases, frente a una vinatería en la madrugada o en una peda monumental.

“Llévatela pa’ tu casa” (pieza con la que abrió el concierto), “Mambrú”, “El amor apesta”, “Hipócrita”, “Me gusta tu chava”, “Al maestro con cariño”, “Empanízame la mojarra”, “Bájale de huevos” y “El vaquero rocanrolero” fueron algunos de los clásicos que sonaron anoche.

El concierto incluyó piezas de su más reciente disco “Sobreviviente 33” y palomazos con Paco Familiar, vocalista de DLD, los Rebel Cats y el cantautor Armando Palomas, entre otros, además de bailarinas y un pastel que Charlie partió junto a su esposa.

“De aquí no nos vamos hasta que nos corran”, lanzó un Charlie uniformado en rojo y azul chillantes y desde unos zapatos con plataformas para esta.

El menú de clásicos y piezas inéditas del autonombrado novio de México se extendió por más de dos horas e incluyó una sección de baladas para echar lágrima y trago.

Sin duda, tras tanto alcohol y desveladas, Charlie es un personaje que ha sobrevivido a sí mismo.

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