Jovencitas con diminutos shorts, ‘chavos’ sin playera a pesar del intenso frío rodeaban las inmediaciones del Foro Sol; sólo Calvin Harris podría provocar un intenso calor con sus beats en medio del Invierno chilango.
En su regreso a México, el DJ y productor escocés hizo brincar a más de 32 mil fanáticos, que calentaron motores con RULLER, Burns y R3HAB, quienes llenaron de pura energía psicodélica el Foro Sol.
Calvin asomó el rostro en el faraónico escenario que fue montado en la tarima; el escocés inició a las 23:35 horas una intensa descarga de sonidos que hizo brincar a una horda hambrienta de beats.
Don enormes pantallas junto a unas columnas que transmitían imágenes luminosas, fuentes de humo y serpentina hizo que Harris soltara de su consola temas como “Eat Sleep Rave Repeat”, “I Could Be The One” y el éxito “We Found Love” (que hizo al lado de Rihanna) para deleitar los oídos de los fanáticos que no paraban de brincar.
“México, mi nombre es Calvin Harris, si están sintiendo el sonido quiero verlos aplaudir ahora”, dijo Harris mientras se esucchaban los sonidos de “Bounce”, que hizo lanzar varias cervezas alrededor de unos eufóricos seguidores.
La sesión continuó con “Thinking About You” y “I Need Your Love”; “México quiero oírlos cantar” pedía el DJ mientras bajaba el volumen para escuchar los alaridos de miles de quinceañeras que inclusive dejaban al descubierto unos incipientes pechos.
Una par de señoritas no paraban de gritar y contonearse en los hombros de dos caballeros; “When You Were Young” sonó y el recinto de beisbol literalmente explotó, nadie paraba de moverse sobre la pista, las gradas y la tarima VIP ubicada al lado izquierdo.
“Summertime Sadness” y “Feel So Close” prendieron la sed nuevamente en los sudados cuerpos que brillaban mientras una fiesta seguía a todo lo que daba en el Foro Sol.
Harris se despidió de sus fanáticos con “Under Control” y prometió volver en breve a tierras chilangas.
“México, sólo quiero decirles muchas gracias por venir aquí, es un honor estar en su país”.
Así, Calvin Harris movió una multitud mexicana; juegos de luces y una lluvia de serpentinas y papel dieron por finalizados 90 minutos llenos de adrenalina musical.