Frente a un enorme altar de veladoras y un camino repleto de flor de cempasúchil, Caifanes rindió tributo con su música a todas aquellas personas que se adelantaron en el camino terrenal, para llegar al celestial; así como para protestar por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.

Y fue justo el 1 de noviembre, Día de Muertos, cuando Saúl Hernández y compañía decidieron invitar a todas las ánimas y amantes del Rock en tu Idioma al Auditorio Nacional, en donde su gran escenario se convirtió en una mega ofrenda para guiar a las almas que vienen justo en estos días a visitar el mundo que dejaron algún día.

‘Aviéntame’ abrió con los telones del escenario y dio paso a una nostálgica y mística velada con los casi 10 mil asistentes al coloso de Reforma.

Le siguieron “Para que no digas que no pienso en ti”, “Miedo” y “Te estoy Mirando”. Justo después de ellas Saúl le agradeció a sus fans llamándoles “tú eres el más importante por estar aquí”, dijo, y obvio las palmas y los gritos explotaron al unísono.

La ceremonia con las ánimas continuó. Una tras otra canción llenaba de gusto el corazón y los pulmones de los presentes. Nunca hubo silencios, todo fue entrega de Hernández y sus Caifanes, donde el único ausente fue Alejandro Marcovich, guitarrista original de la banda.

“Aquí no pasa Nada”, fue la siguiente rola que atrapó de emoción a todos los chilangos, no sin antes escuchar cómo Saúl Hernández reprochó la democracia en México y toda la problemática de seguridad que existe en el país.

Uno de los momentos más importantes de esta velada llegó cuando se recordó a los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero. “Es inconcebible que 43 estudiantes estén desaparecidos en un país”. “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, expresó Saúl; fue entonces cuando sonó “Antes de que nos olviden” y en las pantallas del Auditorio aparecieron las fotografías de los 43 académicos que siguen sin ser encontrados.

“Nada”, canción que nunca antes habían interpretado en directo, sonó la noche de este sábado.

Y cuando todo parecía acabar, el set final fue una completa oda al rock de los 80 y 90, donde todos excusaron que la voz de Saúl ya se escucha cansada y alguno que otro olvido en las letras, pero eso no fue problema, el público las cantó como si fueran el alma de Hernández.

“Quisiera ser Alcohol”, “Viento”, “No dejes Que”, “La Celúla que Explota” y “La Negra Tomasa”, llevaron al clímax y al final del recital. Las almas presentes y el júbilo del Auditorio Nacional lograron hacer vibrar las fibras de Saúl, que se fue conmovido al borde las lágrimas.

Y así impregnados en el olor a incienso, entre más de dos horas de concierto y 24 de sus mejores éxitos, Caifanes remembró la noche de los Santos Difuntos y a los amantes del rock.

El SET LIST:

Aviéntame, Para que no digas que no pienso en Ti, Miedo, Te estoy mirando, La vida no es eterna, Aquí no pasa nada, Nubes, Amanece, Cuéntame tu vida, Será por eso, Mátenme porque me muero, Afuera, Antes de que nos olviden, Piedras, Nada, De noche todos los gatos son pardos, Perdí mi ojo de venado, Los Dioses ocultos, Nos vamos juntos, Quisiera ser Alcohol, Viento, No dejes qué, La Célula que Explota, La Negra Tomasa.