No todos los godínez trabajan de lunes a viernes y comen de 2 a 3. Eso de descansar entre semana no es nada nuevo desde que existen los meseros, los conductores de transporte público, los vendedores en las tiendas, los comerciantes, los periodistas, etc.

La fuerza laboral es necesaria en fines de semana. Así que muchos de los chilangos están acostumbrados a trabajar sábados y/o domingos, y a descansar uno o dos días de los arcaicamente llamados días laborales.

Y aunque a los godínez conservadores (como los burócratas) les sonará extraño, descansar entre semana tiene sus ventajas.

Tráfico

Quienes no trabajan al menos uno de los días laborales, se ahorran el estrés de salir corriendo de casa para llegar a la chamba. A eso hay que agregar que no tienen que pelear con el tráfico y se ahorran los corajes por la mala calidad del transporte público y los atascones que se viven en él.

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Trámites

Si quieren hacer un trámite, lo más seguro es que no se topen con largas filas; como las que se hacen el último sábado del mes en los verificentros. Incluso una visita al banco antes de la hora de la comida puede convertirse en una grata experiencia.

San lunes

Los suertudotes que descansan en lunes gozan de los privilegios de disfrutar aún más del domingo, pues no tienen que acostarse temprano ni preparar sus tiliches para el día siguiente.

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Mientras otros trabajan…

Pueden ir al cine en cuanto abra. Es casi seguro que hay lugar para escoger y tienen mucha privacidad. También aprovechan para ir al supermercado y ahorrarse las devastadoras filas para pagar. Mismo caso con los centros comerciales.

Beber

Como el grueso de los godínez está sentado detrás de un escritorio, muchos bares y restaurantes lanzan jugosas promociones para atraer a los que se van de pinta o a los que descansan entre semana y se pueden dar el lujo de pachanguear -como en un concierto- mientras los demás trabajan.

Tranquilidad

No hay como despertar y ver que todos en casa ya se fueron a trabajar, a la escuela, al mercado… y disfrutar de la tranquilidad de un solitario hogar. La tele, el baño, el silencio, la privacidad, son todos suyos.

Sábados o domingos

Si tienes que trabajar alguno de estos dos días, no tendrás que enfrentarte al tráfico y la histeria de las personas en las calles y en el transporte público, por el contrario, no estarás obligado a salir de casa con tres horas de anticipación y regularmente la chamba es baja en esos días de la semana.

¿Estas ventajas te animarían a aceptar un trabajo en el que descanses entre semana?