En qué consiste:
Ya medio borrachos, llegan al cantabar. Minuciosamente, escoges dos o tres canciones para dedicarle a tu próximo ex: "Ya lo pasado, pasado", "Rata de dos patas", "Ingrata", etcétera. Bebes alegremente, para darte valor. Cuando llegue tu hora de subir al escenario, tomas el micrófono y dedicas la rola: "Quiero dedicar esta pieza a (insertar nombre del ahora ex). Ya no te quiero y quiero cortar ahorita. Ch%&!ga tu Mauser". Y te avientas cantando a todo pulmón, seguramente con todos los aplausos de la gente, mientras tu ahora ex abandona el lugar hirviendo.

Probabilidad de morir después del truene:
Moderada. Si el ahora ex escapa, presa de la humillación, ya la hiciste. Si se queda y decide dedicarte otra rola de despecho (digamos, de José Alfredo), puedes morir… de la vergüenza.

Rutas posibles de escape:
Síguete cantando más y más rolas. Hasta que le de flojera y se vaya. De lo contrario, olvídalo: del escenario a la puerta la distancia será una larga letanía de reclamos.