Cuando queremos que algo malo no ocurra, tocamos madera. ¿Podría explicarme esto, Dr. Zanassi?

Llámame Diego, por favor. Resulta que durante muchos siglo antes del cristianismo, los
pueblos celtas de Europa rendían culto a los árboles por considerarlos templos de la santidad y la principal representación de los dioses era la tierra.

El árbol servía como medio para enviar la dolencia, o el mal, a la
tierra.

¿Osea, mandársela a los
dioses? Interesante.

En palabras simples: el árbol trae buena vibra y, al tocar
madera, atraemos la buena suerte.

En palabras simples: el árbol trae buena vibra y, al tocar madera, atraemos la buena suerte.

Árbol hippie.

Conclusión: Por
eso Gepetto tocaba tanto a Pinocho, no por pervertido.