El Dr. Jorge Aguirre es un investigador de la UNAM que accedió a darnos una entrevista siempre y cuando aclaráramos lo siguiente: “Mi trabajo consiste en hacer estudios e investigaciones reales, confiables y basadas en datos correctos. Utilizamos mucha tecnología para eso. Y ustedes lo que quieren es que haga una especulación tipo Hollywood en un escenario apocalíptico: eso puede resultar entretenido, pero no quiero que la gente crea que me dedico a eso ¿está bien?”.

– Está bien doctor, el punto queda aclarado y conservamos el secreto.Ahora díganos ¿Qué desastre natural como de película acabaría primero con la Ciudad de México? ¿Un terremoto o una erupción del Popocatépetl?¿Un gran terremoto acabaría con la Ciudad de México?

– Depende de muchas cosas: para acabar con todos los edificios tendrían que estar muy mal construidos. Después del sismo del 85 las regulaciones de construcción se hicieron estrictas y es poco probable que se caigan tantos edificios como aquella vez. Sin embargo, no sabemos si todos siguen el manual al pie de la letra porque hay mucha autoconstrucción: tu abuelo a lo mejor hace una casa como él quiere y decide poner menos varilla. O tal vez en un edificio grande no se respetó el concreto reglamentario por una cuestión de corrupción: no lo sabemos. Ahí entra la ética de la gente.

Ahora bien: todas las construcciones tienen un gran margen de error. Tu casa puede estar bien construida para una inundación, pero no para un terremoto. O tal vez resiste un gran sismo pero se te va a venir abajo con un deslave. Hay edificios en el centro que han durado siglos, pero eso no quiere decir que aguanten diez terremotos más.

– ¿Sí vendrá un terremoto enorme?

– Uno de los mayores terremotos registrados en la historia tuvo lugar en la región de Anchorage, Alaska y fue de 9.2 grados pero fue en una zona poco habitada. Japón sufrió uno de 9.0. Hasta donde sabemos no hay evidencia de que un sismo similar haya ocurrido en nuestro país, aunque algunas pruebas indirectas indican que hace muchísimos años un gran tsunami vino de la costa de Oaxaca llevando material marítimo tierra adentro. Eso tal vez fue producido por un sismo de 8.7 grados, pero no estamos seguros.

Ojo, que no haya ocurrido, no quiere decir que no vaya a ocurrir. Existen ciclos en el subsuelo: al parecer en Japón se produce un gran sismo cada 900 años, así que no podríamos saber si en México está en medio de uno de ellos. El lema es “Estar preparado para lo inesperado”. A eso nos dedicamos.

– Pero en sus simulaciones ¿han considerado terremotos de más de 9 grados?

Sí, pero solo por estudiar las consecuencias. Y si quieren saber la verdad, nos puede ir muy mal, pero no tanto como en película, créeme.

Hablemos de volcanes ¿es probable que explote el Popocatépetl?

– Poco probable pero puede ocurrir que haga erupción. Por las características del volcán, dudamos que sea una erupción violenta de un día para otro y ahí sí existe un Atlas de Riesgos en la Cenapred(da clic en el link para verlo)que está en línea y que todos deberíamos de consultar.

– ¿Llegaría la lava a la Ciudad de México?

– Definitivamente no. Hay muchas cañadas y fallas geológicas que frenarían la lava. Sin embargo hay una cosa que coloquialmente se llama “nubes ardientes”: esto es cuando el volcán explota, el material incandescente sube a la atmósfera, viaja por más de 40 kilómetros y de repente cae de manera violenta ¿nunca te preguntaste por qué en Pompeya los agarró a todos desprevenidos al grado de quedar como estatuas? Fue por eso.

Pero el Popocatépetl no tiene esas características: en el peor escenario, tendríamos oportunidad de evacuar a los poblados cercanos. La ceniza es otro cantar: cubriría la Ciudad de México (ya lo hizo una vez hace cerca de 20 años) y las comunicaciones se paralizarían. Sería imposible usar el aeropuerto hasta que baje la lluvia de ceniza.

Su apuesta ¿terremoto o erupción?

– Terremoto. Es muy difícil que ocurra algo completamente devastador, pero es más probable. Lo bueno es que estamos prevenidos con simulacros -que todos debemos tomar en serio- y hay muchas instituciones en todo el país que estamos muy alertas por lo que pueda ocurrir.

¿Qué opinan chilangos?