¿Por qué esto es bueno?

Por si no lo sabes, el albur es una figura retórica harto original y creativa. Se compone por un parónimo, que son palabras que se oyen más o menos igual, pero significan distinto. Como recurso fonético, casi literario, es una joyita que no cualquiera puede emplear.

¿Y qué otros países no lo tienen?

Realmente no, aunque los latinos nos pintamos solitos. Lo que sí es cierto es que el albur tal como lo conocemos fue inventado en México, y varios corridos de la revolución et al traen estas paronomasias tan exquisitas.

¿Cómo sería más heroico?

La verdad, muchos sabemos alburear… pero pocos sabemos ser albureados. Ojalá todos tuvieran el ingenio para alburear, pero sobre todo para revirar un albur. No se necesita tener una mente puerca y cochambrosa (que ayuda), pero sí mucho ingenio. ¡Sabor!