El tema de las relaciones es complicado. Es cierto que nadie es perfecto, TODOS tenemos broncas mentales. ¿Qué es lo que pasa cuando nos enrolamos en una relación? Pues que esas broncas mentales se potencian, porque no sólo lidiamos con las propias, sino con las de alguien más.

Y como estamos acostumbrados a ver relaciones destructivas en todos lados (familia, medios de comunicación, amigos) tendemos a creer que esas situaciones son “normales”. Pero ojo: no lo son.

Te dejamos con algunas situaciones que suelen ser bastante comunes en la vida en pareja y que son claros signos de que estás envuelto en una relación destructiva.

Te revisa el celular cuando te descuidas o te pide abiertamente que se lo muestres (el celular)

Bajo el argumento de que “el que nada debe nada teme” y que “las parejas se deben tener entera confianza”, hay quienes se sienten con el derecho de invadir tu privacidad revisándote no sólo el celular, sino las redes sociales y hasta incurren en conductas invasivas del espacio y la intimidad. Hay quien incluso te pide la contraseña de Facebook. Por mucho que confíes en tu pareja, ceder tu espacio personal es un error. Para esa persona nunca será suficiente y tú vivirás una auténtica pesadilla de acoso.

¿Por qué quieres salir solo/a con tus amigos? ¿No te basta conmigo?

Sí, está bien padre que dejaste de ser forever alone y ahora ya tienes con quién acurrucarte en el sofá a ver pelis, con quién ir a cenar en lugar de atascarte solo en tu depa y ya no tienes que recurrir a manuela. Pero no olvides que hay una vida mucho más allá de tu nueva relación.

Desatender a los amigos es un grave error. La cosa se pone más ruda cuando quieres salir con ellos y tu novio o novia “no te deja”. Atento. El noviazgo no significa ser propiedad de la otra persona. Por supuesto que es un gesto de cortesía avisarle que vas a salir con tus cuates, para que no haga planes o expectativas alrededor de una fecha (a lo mejor está planeando hacerte una cenita sorpresa) pero de ahí a que tengas que pedirle permiso, es otra cosa. No es tu mamá ni tu papá. Y cuando recurre al chantaje para retenerte y no dejarte salir, ahí tienes un foco rojo que te indica que la cosa no anda bien.

¿Quién es ese que tanto te escribe? Si me quieres, elimínalo de Facebook

De repente te vas quedando sol@ porque a tu novi@ no le gustan tus amigos. En todos ve a un potencial amante y te pide que los borres de redes sociales y te hace panchos por un like o un comentario. Incluso te hace panchos públicamente, como orinando su territorio digital. Si tu pareja es una de éstas, mejor vela despidiendo, estás a tiempo de evitarte un muy mal trago y terminar sin amigos.

Pégame, pero no me dejes

La violencia dentro de las parejas es un tema mucho más común de lo que te puedas imaginar y no respeta clase social o formación educativa. Ahí tenemos a Chris Brown y Rihanna, por ejemplo. La violencia no sólo tiene que ver con golpes o con ojos morados. Una relación es violenta desde que uno de ellos usa sobrenombres ofensivos o recurre al chantaje para obtener algo de la otra persona.A veces la violencia es tan sutil que parece un juego, pero si no se detiene a tiempo puede llegar a los golpes o incluso asesinatos. Si sientes que tu pareja constantemente te recuerda que no eres bueno para nada, que eres gordo o tienes algún defecto físico, aguas, está ejerciendo violencia sobre ti.

Te juro que es la última vez

Si bien no todas las relaciones están conformadas bajo la estructura de pareja cerrada o monógama, ésta sigue siendo la forma más usual de unirse. Y en esta estructura, la fidelidad suele ser un tema importante y delicado. Si ya cachaste que tu pareja te fue infiel y él o ella te juró que era la última vez y le creíste, estás dejando la puerta abierta a la posibilidad de que vuelva a pasar. Puede ser que tu pareja sea la excepción, que haya aprendido la lección y no vuelva a ser infiel, pero la probabilidad es mínima. Los infieles suelen serlo porque tienen un respeto muy pobre por la lealtad, no sólo hacia sus parejas, también hacia sus amigos, familias e incluso a sus propios ideales y convicciones. Si ya te fue infiel más de una vez y tú le sigues creyendo el cuento de que “ésta fue la última vez” entonces el del problema eres tú. También pueden recurrir a un modelo de relación abierta donde la exclusividad no sea tan estricta, pero ojo, ambos deben desearlo y estar de acuerdo en ello.

Es que aún no supero a mi ex

No hay conversación en el que el ex no salga a relucir. Ya sea porque le encantaba tal o cual comida, o porque odiaba tal tipo de música o porque bla, bla, bla. El ex es un fantasma que está constantemente presente y la cosa se complica cuando no sólo es una idea, sino que casualmente se siguen viendo “para devolverse cosas” o porque tienen mucho en común, como alguna mascota que adoptaron juntos o porque van la misma escuela/trabajo. Una relación así es un verdadero martirio. Te están usando como muleta emocional y lo peor es que tú lo estás permitiendo. Lo más seguro es que un día regrese con el ex y tú te quedes solo, como el chinito. No esperes a que eso pase y sal de ahí por tu propio pie.

Te presenta como ‘el amigo’

Okei, no todo el mundo necesita de etiquetas, algunas personas son más relajadas que otras y para algunos el título no es algo importante. Lo crucial aquí es que ambos estén funcionando bajo ese acuerdo y así nadie saldrá lastimado. No hay nada tan incómodo como que te presenten en las fiestas con los cuates o la familia como “el amigo”. Es necesario que pongas pronto los puntos sobre las íes. Es muy cierto que una de las preguntas más incómodas cuando sales con alguien es el “oye, ¿qué somos?”, pero si eso no queda muy claro uno de los dos seguro va a sufrir. Tal vez uno sólo quiere echar pata y el otro ya se vio en una boda de 300 invitados. Más vale prevenIMSS.

Te dicen ‘te quiero’ o ‘te amo’ a la semana de conocerse

Todos conocemos a esos especímenes que cada fin de semana conocen “al amor de su vida” en el antro y que a cada rato anuncian una nueva relación con bombo y platillo. Juran una y otra vez que ahora sí es el bueno y presumen a su nueva adquisición como trofeo de feria. Estas personas suelen decir “te quiero” o “te amo” como si dijeran “buenas tardes” y por supuesto, no suelen enamorarse de las personas que conocen, sino de las proyecciones y expectativas que generan sobre ellas. Claro que en cualquier momento estas ideas se les derrumban y el príncipe o la princesa pierden el encanto y vuelven a la soltería echando pestes. Son los clásicos ardillas que después de hablar maravillas de alguien, ahora lo detestan. Si alguien te dice que te quiere en la segunda cita, mejor ahórratelo y sigue tu camino, peregrino.

No pueden estar una semana, o incluso un día, sin echar bronca

Es cierto que no existe la relación perfecta, ninguna pareja es un sueño de Disney donde todos viven felices para siempre. Pero cuando las peleas son tan comunes que todos los días ocurren, algo anda muy mal. Algunas personas suelen aceptar estas situaciones porque así lo vivieron en casa, sus padres peleaban todos los días y creen que así son, “deben ser”, las relaciones amorosas. Checa cuánto tiempo pasas sin experimentar alguna sensación incómoda, ya sean celos, ganas de ofender, de stalkear o de reclamarle algo a tu pareja. Si esto ocurre con frecuencia estás en una relación destructiva.

Te celo porque te quiero

Sí y no. Tal vez esa persona te quiera, pero no sabe querer de una forma saludable. Los celos no son más que una expresión de la propia inseguridad, la persona no se siente suficiente como para ser merecedora de amor y respeto, por lo tanto cree que en cualquier momento la van a dejar por un mejor partido. Para evitar que esto suceda, es capaz de todo. Estas personas suelen hacerse verdaderas novelas en la cabeza y ver cosas donde no las hay. Si crees estar con un “celópata”, tienes de dos: ayudarlo a conseguir ayuda o salir de inmediato de esa relación.

¿Qué onda chilangos, se sintieron identificados con una o más de estas situaciones? Entonces es momento de buscar ayuda, de ser posible, profesional. Sí, es chido contar con los amigos, pero muchas veces ellos están en el hoyo como nosotros y no podrán ayudarnos.

Les dejamos el link del CONAVIM, una institución gubernamental que aunque está principalmente orientada a erradicar la violencia de género contra las mujeres, también tienen recursos para familias o incluso sólo varones que tienen broncas con relaciones violentas o destructivas. Cuenta con un extenso directorio de sitios a los cuales acudir por ayuda, no sólo en el DF sino en todo el país.