por: Ágata Szekely

En unos minutos ella tendrá un tubo en la boca y los ojos cerrados con cintas adhesivas, y dos cortes profundos en los pechos. Y le brotará breve y débil la sangre del ombligo como una fuente. Y va a inquietarme que parezca tan muerta, un cadáver antes de la necropsia. Pero ahora esta hojeando una Ocean Drive junto a su marido, mudo, a un lado, y golpea la pierna enfundada en pants rosados y tennis, en un tic tic incesante contra las baldosas de la sala de espera.

Es el primer piso de la Clínica de Corta Estancia de la colonia Roma. Las luces de un gran árbol de Navidad se prenden intermitentes. Hay una máquina de café, sillas austeras alineadas, y el resto es gris azul y limpio. A la ventana no le llega el sol.

Ella entrará para prepararse para la cirugía, sin volverse ni decirle nada a él, que leerá inexpresivo unos minutos más antes de platicar con el médico sobre el horario para pasar a recoger a su esposa.

Luego, él se irá.

Angélica de 37 años, profesora de fitness, morena, pelo corto, cuerpo esculpido por las pesas y los aeróbicos durante más de diez años, trasero digno de J.Lo., está desnuda por completo, de pie a un costado de la camilla. El doctor Luis Aurioles traza sobre ella con un plumón indeleble. Marca donde se harán las incisiones y hacia donde se desplazará el aparato de la lipoaspiración, una especie de taladro con larga y fina punta metálica: la cánula aspiradora. Además habrá una renovación: fuera las viejas siliconas, bienvenida a unas nuevas, más grandes, «ya que estoy…» Y explica: «El ambiente (del gimnasio) mete mucha presión. Y por eso quiero más seguridad. Yo veo mi sobrina con su lonja, y ya quisiera yo ser así, segura.»

En el otro cuarto, el quirófano, se logrará esta metamorfosis en pro de la seguridad en ella misma: 200 gramos de masa amarilla correrán por tubo hacia la basura. Menos de cinco centímetros de cintura, y una talla más de busto.

Tapabocas, traje azul lavanda, botas de tela desechable sobre las mías: debo disfrazarme de chica E.R. para entrar. Show time.