En Chilango nos hicimos de una copia del Código Nacional Mexicano del Duelo, escrito por el Coronel de caballería Antonio Tovar. Es un libro publicado en 1891 por la imprenta de Ireneo Paz (el abuelo de Octavio) en el que se defiende la importancia de batirse en duelo.

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El texto explica que batirse en duelo es la única manera en la que los caballeros pueden arreglar sus diferencias, queden todos contentos y de hecho anima a los contendientes a darse la mano y olvidar los problemas después de enfrentarse (si es que quedan vivos) ¡Es decir que valen más unos buenos golpes para arreglar los problemas que irse con el juez! ¡Esos eran hombres!

Hay algunos casos de duelos famosos en nuestro país. Uno de ellos fue protagonizado -precisamente- por don Irineo Paz que se hizo de palabras con Santiago Sierra (hermano de Justo Sierra), escritor de la época. Esto acabó en un duelo en el que Irineo ganó, Santiago murió y todos quedaron contentos (menos el muerto). Si hubiera tenido otro desenlace, capaz que nos quedábamos hasta sin premio Nobel.

Bajo el lema de “Más vale morir por la honra que vivir deshonrado” analizamos cuales son las reglas básicas del duelo mexicano. Ignoramos si este código siga vigente, pero esperemos que no porque medio país estaría batiéndose en duelo.

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duelo1 (Foto: El Memo)

¿Qué ofensas ameritan duelo?

1) Privadas y públicas: es grave ofensa que escribas o hables mal de alguien, que le hagas un dibujo burlándote o hasta una seña obscena. Dependiendo del número de personas que se enteren de tu burla, será privada o pública (no es lo mismo que le mientes la mamacita a alguien en plena calle, que a solas en tu casa). Se pueden arreglar con una buena disculpa.

2) De hecho: ofensas que de plano no tienen otra solución más que batirse en duelo. Estas son las buenas:

– Si te pegan, hay que batirse en duelo
– Si te empujan en la calle muchas veces, duelo
– Si alguien quiere seducir a tu esposa, hermana o hija y tienen menos de 25 años, duelo
– Si alguien tiene sexo con tu hija de menos de 10 años, duelo instantáneo (¡en serio!)
– Cualquier tipo de ofensa sobre una mujer, amerita duelo. Si alguien ofende a tu papá, tienes la obligación de batirte en duelo también

Ejemplo de ofensa

Éste es un ejemplo que pone el libro: “Un caballero concurre al teatro la noche del estreno de una obra, en la grata compañía de su esposa joven y bella a quien ama. Cae el telón; la pareja abandona su palco. En el pórtico del teatro se ha formado una doble fila de hombres que goza viendo pasar a las señoras que se retiran (…) En el momento en que va en el centro de las filas, bajo todas las miradas, se oye esta voz: “¡me gusta!” que en su inocente sencillez constituye una ofensa para el esposo”

Bueno, pues el Código dice que el esposo debe de ampararse bajo las leyes del honor, retar al ofensor y de ser posible, matarlo. Con esto, la esposa se sentirá orgullosa de tener los elementos de dignidad y de valor para hacerla respetable y respetada. Es decir: que al que le grite cosas a tu pareja se debe de atener a morir de un balazo, ya ni decir que le griten “¡mamacita!”.

¿Cómo te salvas de un duelo?

Si eres mujer, menor, anciano, demente, tienes los dos brazos mutilados o estás muerto (¿?) y en este caso toma tu lugar el padre, hijo, hermano, tío o cualquier pariente. También te salvas si estás malito del brazo o pierna derecha, o si estás ciego aunque tienes que probarlo de manera cabal, no se vale fingir.

¡Como en película!

El duelo con pistola es a 24 pasos. Si fallan, se pueden acercar dos pasos y vuelven a disparar y así hasta que le atinen al oponente. La señal para disparar es “¡A la guardia! ¡Uno! ¡Dos! ¡Tres!”. Si el duelo es con espada, la regla es no atacar al caído, no atacar por la espalda, ni aventar la espada como proyectil, no seas tramposo.

¡Aguas con el periodismo!

El Código Nacional de Duelo es muy claro: para prevenir el abuso en la labor periodística (que hablen mal de ti, que te levanten falsos, que digan que construiste una casa en Las Lomas) tienes que retar a duelo al director de la publicación porque es el responsable de las notas. Los límites del reportero los pone el director así que hay que retarlo en duelo cuando te ofenda, preferentemente con florete o pistola ¡aguas Paty Chapoy!

Está claro que los tiempos han cambiado y que las reglas para retar a alguien en duelo resultan completamente irracionales (ni modo de ir agarrando a balazos a todas las personas en la calle).

Por otro lado es cierto que ya se perdió la caballerosidad y el honor entre los chilangos ¿hasta dónde llegarías por salvar tu honor? ¡cuéntanos!

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