Pues ahora resulta que hay epidemia de piojos en las
escuelas. Vaya: no nos bastó con la influenza, la crisis, el narco, el
chupacabras, Salinas, la boda de Nava, los lentes de Erlend, el Bicentenario,
RBD, el futbol, los escándalos de la farándula, los programas sobre la farándula,
Fabiruchis, López Dóriga, un chorro de temblores, AMLO, Calderón, el PRI, que
haya dos horas de Luis Miguel al día, el escándalo de Anel y José José, Patito
Feo, Belinda y Gio, Mariano Osorio, el Compayito, no: nos teníamos que
aprovechar de estos nobles bichos para hacer un escándalo mediático. Porque
resulta que sí, hay una epidemia, pero sorpresa: hay epidemia de piojos cada
tantos años, y es perfectamente normal. Ahora le dedican quién sabe cuántos
minutos de tiempo al aire a estos bichos, que nomás andan brincoteando en
cabezas infantiles (que de por sí suelen ser puercas). Lo más padre: aprovechan
esta epidemia para hacerle promoción a un medicamento. Pobres piojos; qué oso
ser ellos: nos aprovechamos tanto de ellos, que son tan ingenuos…