Uno de los lugares más fotografiados y compartidos en redes sociales por los turistas nacionales que visitan el Centro Histórico es el letrero que se ubica en la esquina de Allende y Tacuba que dice: “PETACAS?… LAS DE MIGUEL” (sic).

Ese letrero anuncia a una de las tiendas más tradicionales de la Ciudad de México: “El Coco de los Petaqueros”, la cual está especializada en maletas, portafolios, mochilas y bolsas desde 1925. Más de 90 años dedicados a las petacas.

Publicidad disruptiva

Rodrigo Fernández es hoy el director general de esta tienda, fundada por su abuelo, Miguel Fernández, quien fue un migrante español que llegó a la Ciudad de México en 1916, cuando tenía 13 años.

“Él era un gran emprendedor para esos años y con tanta visión que se puso a hacer promocionales de la tienda cuando nadie más los hacía”, narra Rodrigo, que también administra otras sucursales.

Miguel Fernández se estableció en esa zona porque hasta ahí llegaban los tranvías que transportaban a la gente al Centro, por lo que decidió regalarle monederos a los pasajeros para promocionar sus negocio.

Rodrigo también cuenta que su abuelo tenía una gran creatividad y olfato para la publicidad, por lo que se anunciaba en la radio con slogans disruptivos para la época, como “si es de piel, lo tiene Miguel”, “si no lo tenemos, aquí se lo hacemos” o “el número uno de los petaqueros”. Pero el slogan más atractivo era el juego de palabras “para petacas, las de Miguel”, que quiere decir “para maletas, las mías”.

Ofrecen de todo

Las sucursales de Allende y de 5 de mayo, en el Centro Histórico, mantienen parte de la esencia tradicional de este comercio, exhibiendo desde loncheras de licencia con imágenes de los Pitufos o los Minions, hasta elegantes portafolios de piel que harían las delicias de un hipster que se respete.

“Mi abuelita me traía todos los años a comprar una mochila y desde entonces soy cliente de ‘las petacas de Miguel’, y me gusta venir porque siempre encuentras algo que necesitas”, dice Rosa Linda, una cliente que lleva más de 30 años visitando este negocio.

Otro cliente, Raúl, está indeciso entre comprar una cartera o un cinturón para regalárselo a su papá.

“Por alguna razón, a él le gusta que la bolsa de su regalo sea de esta tienda, y por eso cada año vengo a buscarle algo”, dice el taxista que suele venir a esta tienda desde que era niño.

Petaca náhuatl

A los muy jóvenes quizá haya que explicarles que en el México de antes, la palabra “petaca” se usaba como sinónimo de caderas o nalgas (eso dice el diccionario) y, por ejemplo, solía emplearse para describir a grandes actrices, como Tongolele o María Victoria.

Pero el verdadero origen de la palabra “petaca” viene del náhuatl “patlacalli”, que significa “caja hacha de petate” y que describía a una especie de baúl de madera cubierto de piel y que después precisamente se usaba para viajar antes de que existieran las maletas.

El coco del siglo 21

A pesar del paso del tiempo, el Coco de los Petaqueros (frase que también puede interpretarse como “el terror de los vendedores de maletas”) subsiste hoy gracias a temporadas como Navidad y regreso a clases, además de que también se especializan en la fabricación de artículos promocionales.

“Lo que intentamos es tener muy buenos precios, aunque ahora es algo difícil por temas como la apertura de los mercados”, explica Rodrigo.

Su estrategia de venta es que cuando un cliente llega a preguntar por algún producto, se le muestren al menos tres opciones, logrando así una atención más dirigida al cliente, algo que hoy no se encuentra fácilmente en una tienda departamental.

Precisamente los grandes almacenes y los centros comerciales son los nuevos competidores de esta tienda, cuya casa matriz tiene un gran retrato de su fundador.

“Ya es difícil que la gente venga a comprar al Centro”, destaca Rodrigo, ya que hasta hace unos años esa era la actividad principal por la que los habitantes de la Ciudad de México y sus visitantes llegaban a esa zona (hoy, las personas visitan el Centro Histórico principalmente como paseo).

Otro problema que enfrenta El Coco de los Petaqueros y otros negocios especializados del Centro Histórico es el de los cierres constantes por manifestaciones o eventos especiales, lo que afecta directamente a la ventas.

“Yo le diría a las personas que vienen al Centro que vengan a visitarnos, que se animen a entrar y que vean las opciones que tenemos”, invita el empresario.

Pero El Coco de los Petaqueros no se queda en el pasado, ya que en su página de internet (miguelpetacas.com) promociona casi 2 mil de los 5 mil productos de su catálogo.

¿No se te antoja venir al centro por unas buenas petacas?