Nada más triste que los “parques de diversiones” que hay en Chapultepec. Uno imagina algodones de azúcar secos, pubertos en uniformes verdes que se fueron de pinta y están fajando en las “atracciones”, y excursiones de niños con sus “lonches” en bolsas de pan integral Bimbo.

Nada más triste que una “atracción” que se llama Perro Mágico ubicado en el parque México Mágico. Un perro de plástico de 20 metros de altura en el que lo chido es entrar a él y ver sus órganos de plástico. Triste.

Peor aún. Para que empieces a derramar la lágrima. El perro de 20 metros se quemó. Y aunque no hubo heridos, sí hubo crisis nerviosas entre los asistentes a México Mágico.

Requiem por el Perro Mágico. Por si querías una nueva razón para no ir a los parques de diversiones de Chapultepec.