Sabemos que los perros son grandes patiños. Pero hay uno que sobresale y ese es el de Fable II. ¿La razón? Porque en verdad es tu compañero, él va cambiando de personalidad y de físico conforme tú lo hagas en el juego. También te ayuda a encontrar tesoros, aprende trucos, muerde a los malos y buenos, en fin, es como una extensión del personaje. Y la verdad, hasta dan ganas de tenerlo en la vida real.

No hay duda, el perro es el mejor amigo del gamer.