Para vivir intensamente una fiesta de ska no importa la edad. Así lo demostraron los Panteón Rococó anoche en el Palacio de los Deportes, quienes en todo momento integraron a las nuevas generaciones al show.
Luego de casi una hora de concierto el Dr. Shenka invitó a subir al escenario a algún niño fan y fue Gael el que resultó el ganador. El pequeño giró una ruleta rusa virtual y con ello se seleccionó la rola “Bailar Contigo”.
“Hasta parezco Chabelo”, dijo el vocalista, mientras al chamaco se le vio haciendo piruetas en el escenario y bailando, generando en el público constantes aplausos y alaridos.
Ese ambiente generacional ya se percibía desde las afueras del Palacio, pues se les veía a padres llevando hasta niños en brazos, así como algunas personas de la tercera edad.
“Me gusta [Panteón Rococo] porque su música es muy activa, muy rápida y es muy bonita, porque hacen música de protesta para la juventud y para el pueblo”, nos dijodon Rómulo Bonilla de 72 años.
Pero también Daniela González de nueve años y que se acompañaba de su papá Jorge y su hermano, se defendió como fiel “panteoncita”: “me gustan muchos ritmos de la música como el rock y sí me gusta, no vengo a la fuerza. También me gusta protestar: ¡muera Donald Trump!”.
Ya en el interior la pachanga arrancó justo a las 21:00 horas y se ofreció un extenso recorrido por sus éxitos, todo ello bajo el concepto Random, donde los propios seguidores votaron por el set mediante una aplicación.
Un escenario circular en formato de 360° con lo cual los músicos en cada canción cambiaban de posición, así como una pantalla sobre toda la plataforma redonda, fueron parte del atractivo visual.
“Arréglame el Alma” dio el arranque a esta “fieska” que de principio a fin desató el slam entre las multitudes que se apretujaban en la plancha principal, con el volar de los vasos de cerveza y de las catapultas humanas.

Además tocaron “Asesinos”, mientras se veía en las pantallas desde un Hitler hasta un Gustavo Díaz Ordaz y un Carlos Salinas de Gortari. Siguió “Marcos Hall”, pero ahora con un rostro gigante del subcomandante zapatista.
Uno de los instantes especiales llegó con “Vendedora de Caricias” porque el espacio se transformó al estilo de cabaret y de rumberas. Salieron bailarinas exóticas y recibieron los chiflidos chilangos.

Entre las más aclamadas durante la noche destacan: “Cúrame”, “Abajo y a la Izquierda”, y “Toloache pa mi Negra”.
Un show sin pausas de casi dos horas y media, fue el regalo que dio el Panteón Rococó para finalizar con “La Dosis Perfecta” y la “Carencia”; no sin antes, el Dr. Shenka pidió a sus fans armar un último slam y con las emociones al máximo se sintió cómo temblaba el Palacio de los Deportes.