¿Por qué nos emociona?

Cuenta la leyenda que cuando inauguraron el primer McDonalds en México, allá por el 85, en pleno Periférico se hicieron unas filononononas para poder entrar. A partir de ahí, cada que llega un Starbucks/Krispy Kreme y similares, los chilagos hasta nos ponemos el tacuche para ir a la gran inauguración.

¿Por qué no debería emocionarnos?

Porque es una estupidez. Porque es una reacción muy típicamente tercermudista (lo sentimos). Porque parecemos changos amaestrados. Porque… si uno se espera tres meses, la emoción ya pasó (aplica casi igual, pero no tanto, cuando abren un nuevo bar/antro bien cool, we).

Nivel de patetismo

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