Las dos niñas castrosas, en pijama, se lanzan contra su amiga espetando una frase que ya era clásica: «Tenemos un papá pidata.»

Así, con “d” en vez de “r”; frase a su vez pirateada de otro spot en el que un niño concluía que su padre era de dudosa estirpe pues compraba piratería. No queremos criticar el esfuerzo de quienes combaten el mercado ilegal de películas, discos, libros y demás productos, pero sí piratearnos su idea. La idea es presentar un hecho irrebatible: somos una cultura que florece no tanto por la creación, sino por la copia imperfecta. Aunque a veces la imperfección nos sale encantadora.

Somos una cultura que florece no tanto por la creación, sino por la copia imperfecta.

Hay culturas que crean. Otras copian lo creado para perfeccionarlo. La nuestra copia, como puede. Este salón de la fama fue acoplado por editores y cibernautas. No es exhaustivo, pero puedes piratearte estas copias históricas y usarlas en tu próxima reunión: es un tema de conversación inagotable.