Podría considerarse el padre de los juegos gore. Fue lanzado en el ya lejano 1992. Su impacto fue por los sonidos de la trituración de huesos. Pero uno de los movimientos consentidos era el fatality donde uno podía matar al contrincante y sacarle la columna vertebral o el corazón aún latiendo; en fin, puras cosas tiernas, dignas de Cartoon Network.