¿Esto qué es?
Allá afuera hay alguien muy siniestro que cree que la existencia de millones de perros callejeros en la ciudad merece homenaje. No sólo eso: cree que está chido hacer una estatua de un perro moribundo, en pleno Insurgentes. Este monumento no es otra cosa que la celebración del morbo chilango.

¿Dónde está?
En Insurgentes y Vivanco, cerca de Tlalpan.

¿Se podría poner más feo?
Si un día esto se volviera moda e hicieran el monumento al vago, al que ofrece sus servicios en la Catedral, al organillero…

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