El lema de este juego debería ser: "haz el amor y después la guerra". Y si la guerra es interesante, puede ser más interesante en escenarios del tercer mundo. En este universo tus manos controlarán armamento de alto calibre y que sólo sería utilizado por las grandes potencias. Si tus dedos sienten una extraña atracción por el gatillo Mercenaries ofrece un mundo altamente destructible, donde tus fantasías de omnipotencia podrán encontrar su gratificación. Y aunque las misiones varían desde rescatar a presos o llevar algún paquete a una locación, el factor destrucción es constante y va en ascenso.