Enrolarte en una relación es una de las cosas más complicadas en la vida porque irremediablementedejas de ser ‘tú’ para convertirte en ‘nosotros’.

Existen los dos polos: o casi todo el tiempo tienes que estar al pendiente de cumplir las expectativas de alguien más o de plano te conviertes en el coco del otro aplicándole varias conductas manchadas para sentir que tienes las cosas bajo control.

Lo que nos lleva a determinar que para disfrutar de la vida en pareja es necesarioesforzarse, así van las siguientes cosas que no debes hacer para nollenarle de piedritas el costal a tu media naranja, si en realidad te importa.

1. Interrumpir mientras habla

Situación: Típico que uno de los dos es el alocado, el extrovertido y cuidadito con que el otro no ‘cuente la historia’ paso por paso, con detalles o mienta en algo porque luego luego sale el ‘don perfecto’ a corregir.

Efecto: Llega el momento en que ese otro ya no sabe si hablar, o no, porque está con el miedo de cagarla.

2. Juzgar cada una de sus decisiones

Situación: Quieres que sea ‘independiente’ pero a la vez nada de lo que decide hacer te complace. Todo el tiempo juzgas a dónde quiere viajar, si se quiere comprar un coche o si se gasta SU dinero en una peda con sus amigos y un largo etc.

Efecto: Te vuelves el/la brujo/a del cuentoy que ya no te quiera contar sus planes.

3. No tomar en cuenta sus opiniones

Situación: Te ha dicho mil y una veces que odia tu impuntualidad, pero no haces nada para cambiar.

Efecto: Cualquier aspecto en la vida del otro por el que no tengas respeto, tarde o temprano te va a pesar.

4. Siempre decidir tú lo que se tiene qué hacer

Situación: Te vale que ya tenía planes para ir con sus amigos a ver el futbol, o salir con sus amigas, tú te pones necio/a y lo/la obligas a hacer lo que manda tu santa voluntad.

Efecto: Claro que se hartará de tener que ‘pedirte permiso para todo’ y te mandará al diablo, o se te pasará la etapa del capricho y terminarás por quejarte de que todas las decisiones dependan de ti.

5. Hablarle mal de sus amigos y su familia

Situación: Quedaron en salir con sus amigos o su familia y tú al primer roce los juzgas fatal. Permites que muchas víboras salgan de tu boca sin tomar en cuenta que esas palabras ya no las borrarás.

Efecto: Que no te sorprenda que ya no te quiera llevar cuando los vaya a ver o peor aún, seguro la próxima vez sientan un ambiente lleno de tensión que nadie disfrutará.

6. Criticar su manera de ser

Situación: Le dices que sí quieres andar con ‘el/ella y al mes ya la/lo quieres vestir diferente, quieres que hable diferente y se comporte diferente… quién te entiende.

Efecto: Su autoestima se irá al caño.

7. En tus malos ratos, desquitarte con él/ella

Situación:Pésimo que estés de mal humor y el otro tenga que pagar los platos rotos.

Efecto: Sabemos que es difícil controlarse pero esos malos tratos van acabando con la paciencia y el amor de cualquiera.

8. Cambiarlo/a constantemente por tus amigos/as

Situación: Agarrar una rachita de salidas con tus cuates sin incluirlo/a es una pésima idea; mejor vuelve a la soltería.

Efecto: Cuando te haga lo mismo no digas ni pío, porque lo hará para el desquite.

9. Ordenarle como si fueras su mamá

Situación: Vas por la vida queriendo un hijo/a no un novio/a. Te la pasas histérica/o ordenándole todo lo que debe hacer -para complacerte-. Digamos que es la evolución del punto 4.

Efecto: Llegará el momento en que se comportará como un/a adolescente y te sacará canas verdes.. qué necesidad.

10. Controlar cada uno de sus movimientos

Situación: Celarlo/a, seguirlo/a a todas partes, revisar sus redes sociales, sus mensajes de texto, sus correos, sus conversaciones de mensajeros instantáneos, o de plano no darle su espacio y asfixiarlo/a.

Efecto: Terminará por mandarte al diablo a menos que le encante la mala vida y con esas actitudes lo/la hagas sentir importante.

¿Les ha pasado esto? ¿Agregarían más de estas ‘cosas insignificantes?

En resumen no apliques ni dejes que te apliquen estas situaciones manchadas para que no te conviertas en un peor es nada muy infeliz.