Típico que piensas cambiarte de departamento, agarras el periódico, empiezas a marcar los que se acomodan por tu zona (o a tu bolsillo) y te topas con los requisitos básicos: tener un aval con bienes raíces en la zona metropolitana, dar una o dos rentas adelantadas, algunos te piden comprobante de ingresos… y luego llega la enigmática cita previa ¡el susto!

Uno ve a los arrendatarios como terratenientes con edificios completos para rentar. Algunos sí lo son, pero muchas veces son personas que tuvieron suerte en algún tiempo y ahora van a dejar su patrimonio en manos de no sabemos qué vago ¡ja!. Ellos tienen sus propias historias de terror: entrevistamos a la señora Margarita que tiene dos departamentos en Villa Coapa. Al Lic. Rodrigo, administrador de un edificio de departamentos en la Colonia del Valle y a la C.P. Lucía, administradora al frente de una inmobiliaria.

¿Nos alquilarían uno de sus departamentos? ¡Estas fueron sus respuestas!

Ya, a ver ¿me alquilarían uno de sus departamentos?

Margarita: ¿Tienes aval? ¿Cuánto ganas? Porque no te ves muy solvente (risas).

Rodrigo: Depende de muchas cosas. Yo trabajo para el dueño del edificio: si el inquilino hace destrozos, no paga o es problemático el problema es conmigo por dejarlo pasar. Yo no tengo casa propia, también rento, sólo soy el administrador. Por eso tengo que ser muy estricto y cuidadoso, es mi trabajo.

Lucía: Nuestra inmobiliaria es muy estricta en los requisitos. Eso no garantiza que seas el mejor inquilino, ni que en unos meses te vaya mal en tu trabajo y no tengas para pagar la renta. Por eso es importante la cita previa: ahí nos damos cuenta de qué tan vulnerable es el próximo arrendatario y si nos estamos arriesgando mucho. Siempre tenemos varios candidatos para un departamento y nos vamos con el que veamos más seguro.

Muy bien, ¿quiénes son sus inquilinos favoritos para rentar?

Margarita: Yo he tenido mucha suerte con los recién casados. Al principio le echan muchas ganas y cuando llegan a tener bebé, se van sin problema. La mayoría de las veces dejan el departamento limpio.

Rodrigo: Los solteros entre 30 y 40 años, que me demuestran que tienen un trabajo estable. Ya no están en edad de la fiesta y la mayoría paga a tiempo.

Lucía: Los hombres de 30 años, que tengan una pareja. No es que me interese su vida privada pero siempre les preguntamos si tienen planes para casarse próximamente y eso. También las parejas recién casadas.

¿Y con qué personas dudan?

Margarita: Yo a los jóvenes de 20, solteros, que no tienen un buen ingreso, no les rento. Tal vez paguen bien, pero siempre causan problemas con los vecinos.

Rodrigo: A mí me dan mucha desconfianza las familias enteras que llegan a rentar un departamento pequeño. No es por mala onda, pero pienso. Si todos están grandes, pueden aportar… y están rentando algo en lo que apenas caben ¿no pasará algo raro?

Lucía: Yo no rento a los que parecen narcos (risas). Ya en serio: ¿hombre solteros, de más de 45, que se ven demasiado perfectos, con comprobantes de gastos de miles de pesos? No, señor.

¿Cómo se dan cuenta que un inquilino va a ser bueno?

Margarita: yo ya tengo mucho callo en las citas previas. ¿Sabes cómo me doy cuenta? Cuando ven el departamento y empiezan a hacer planes “esto lo voy a usar para esto, acá cabe mi estudio”. Ahí digo “este sí me va a cuidar mi casa”

Rodrigo: Cuando comienzan a preguntar cosas que tienen que ver con la zona: dónde está el supermercado, qué tan seguro es por aquí. Si veo que se preocupan por su bienestar, ése es el bueno.

Lucía: Por la manera de hablar y de presentar sus requisitos. Te juro que han llegado personas al despacho que sacan todos los papeles arrugados (¡o sin bañarse!) o se ponen muy nerviosos cuando les preguntas de su trabajo. Te das cuenta luego luego de que mienten o que ocultan algo.

¿Tienen un consejo para los que van a rentar?

Margarita: Sean honestos. Si no ganan mucho, pero me dicen que sus papás pueden ayudarles, es cosa de hablarlo. Pero que no me digan que trabajan para el presidente y luego no sepan ni cómo se llama. Si los cacho en una contradicción, tache.

Rodrigo: La entrevista es básica. Por muchos papeles que tengan, ahí es cuando nos damos cuenta de que vale la pena. No digo que vayan de traje, pero es más confiable si se ven decentes.

Lucía: Tus papeles te respaldan. Lleven todo bien acomodado, copias, comprobantes. Puede ser una exageración, pero ¿de qué otra manera sabría si son solventes?

Después de las entrevistas, nos contaron anécdotas de espanto, de gente que hace hoyos en las paredes o que se desaparecen de un día para otro (pero eso lo dejamos para otra ocasión). Ahora dinos ¿qué problemas has tenido para rentar un departamento?

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