Le pedimos a una chica muy versada en el Life Style que se sumergiera en el universo de las estéticas en México. La idea probó no ser descabellada y tras peliaguda investigación nos entregó esta guía ¡de pelos!

Texto: Sarah Aguilar Flaschka
Foto: Alfredo Pelcastre, Carlos Aranda(Mondaphoto)

En al vida hay tres cosas que no se pueden dejar a la suerte y hay que hacer lo posible para conseguirlas: 1) una pareja consistente para llevar a toda suerte de eventos insufribles, 2) una tintorería que distingue el cashmere auténtico de una imitación penosa en poliéster, sobre todo 3) un gran estilista.

La última es especialmente difícil de encontrar sin orientación. Puedes caer en la tentación de irte por la que queda más cerca.

Hay dos casos sensibles:

• Por una parte, las “cabezas errantes”: van de salón den salón, cada vez más escépticas, tanto por el trauma acumulado de un mal corte como por la tristeza que les produce sentir que el sueño estilístico sólo lo pueden soñar las Kidmans y los Pitts. Ahora, ellos al menos lo “intentan”…

• Luego están los “peor es nada”, que en realidad son los que “intentaban” diez años atrás, pero como en su resignación ya les da lo mismo, ¡se dejan las raíces ocho meses sin retocar!

¿Te suena conocido?