Dicen que madre sólo hay una, que a toda madre le baila el corazón cuando ve a sus críos, que dar el ser es una bendición incomparable.

Sin embargo, las jefas no nos dejarán mentir: ser mamá no es para nada fácil. En el trajín de la maternidad no sólo se “goza goza Zaragoza”, también se sufre, se llora, se padece. Hay de todo.

Por tal motivo hemos preparado para esta ocasión un listado de cosas que, tarde o temprano, toda madre chilanga ha de vivir —si no es que ya vivió— en carne propia.

Aquí van:

1. Que el 10 de mayo les regalen planchas, batidoras, aspiradoras o cualquier cosa que sirva para mantenerlas en santa friega en la casa.

2. Explicar con lujo de detalle los misterios de la sexualidad a sus chavitos preguntones de tres y cuatro años.

3. Que sus bodoques cuarentones les presenten a las lagartonas de sus novias.

4. Ir a chambear con el ojo pelón, o sea, haber dormido lo que se dice nada, cuando sus bebés son unos lactantes.

5. Que sus retoños no recojan su cuarto ni tiendan su cama. Entonces dirán con autoridad de madre: “¿crees que soy tu criada o qué?

6. Escuchar las quejas, lloriqueos y acusaciones de los hijos cuando éstos se pelean entre ellos.

7. Que sus mijitas agarren sus pinturas a escondidas para maquillarse.

8. Comprar más de una vez el mismo suéter del uniforme de su chilpayate, porque éste lo pierde y lo vuelve a perder.

9. Que los hijos de sus entrañas les armen berrinches épicos en plena vía pública. Ahí sí aplica eso de “te voy a dar una tunda para que llores con provecho”.

10. Ayudar a los críos a hacer maquetas dignas de un arquitecto o ingeniero, para que cumplan con esa tarea que les dejó el maestro más gandalla de la escuela.

11. Que en el festejo del día de las madres, sean ellas las que tengan que hacer la comida para toda la prole y, peor aun, lavar todos los trastes. ¡Qué gachos, no hay que ser!

12. Preguntar furiosas “¿qué horas son éstas de llegar?” a sus engendros, cuando no lleguen a la hora indicada después de ir a una fiesta.

13. Que sus princesas anden con un don nadie, o sea, con un auténtico pelagatos sin oficio ni beneficio.

14. Ser la mamá regañona no sólo de sus tres hijos, sino también, y por si fuera poco, del inútil e infantil de su marido.

15. Que el domingo a las 11:30 de la noche, sus escuincles salgan con que necesitan algo de la papelería para el otro día.

16. Hacer coraje porque sus chavitos nomás no se comen las verduras, “habiendo tantos niños muriéndose de hambre en África”.

17. Que sus chamacos se vuelen el cambio de los mandados o, peor aun, que lo pierdan. “¡Jijos de su amá!”

18. Que las manden llamar de la escuela de los mocosos, porque éstos hicieron de las suyas. De igual modo, tener que soplarse la cagotiza de la maestra o del direc, sin chistar.

En fin, hasta aquí nuestro listado. ¿Qué otras cosas piensas que viven o padecen las madres chilangas? Échanos tu opinión.

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