¡Qué bonito es cuando algo nos hace mejores parejas..! (O soñadores menos mediocres).

La temporada
de lluvia llega y de repente también las fantasías ajenas al threesome. De tener sexo en el avión o
de imaginarnos dándole al hermano del novio pasamos a cursilerías del tamaño de
Texas: queremos besarnos
bajo la lluvia, saltar charcos agarrados de la mano y hasta reír mientras nos
empapamos.
Nos imaginamos peleándonos con alguien para después
salir corriendo a perseguirlo en la tormenta y sí, otra vez,… besarlo bajo la lluvia. Queremos ver una peli, hacer el amor y
cucharear en vez de nomás echar el rapidín y vámonos al cine
.

Queremos besarnos bajo la lluvia, saltar charcos agarrados de la mano y hasta reír mientras nos empapamos.

Y, eventualmente, queremos cuidar del otro mientras nos reponemos de la
neumonía juntos.