¿Quién es?

¿Alguien se acuerda cuando Lindsay era una niña pecosa de 11 años que salía en películas de Disney? Ahora es una “actriz” y “cantante” con problemas de alcoholismo, y una relación gay intermitente. Attentionwhorismo en su máxima expresión.

¿Por qué la odiamos?

Porque es evidente que talento no tiene, pero por alguna razón nos la recetan en todas las películas palomeras del universo y anexas. La tipa es vulgar, es tontuela y tiene mucho dinero. Razones más que suficientes para odiarla.

¿Qué futuro se merece?

Seguramente, una rehabilitación pronta. Después de eso, como ya ha venido ocurriendo, ninguna celebridad querrá acercársele, y poco a poco caerá a la lista Z. Finalmente saldrá en películas de Hallmark Channel, con 20 kilos extra.